Siendo que para nuestro viaje de luna de miel mi esposo organizo visitas a varias bodegas de vino en España y Portugal, emprendí el viaje esperando aprender mas acerca del mundo del vino – y así conocer un poco mas a mi nuevo esposo.
Cuando miro hacia atrás, a un viaje de veinte días, veo un mosaico formado por paisajes protagonizados por campos de girasoles, alcornoques y viñedos, largas conversaciones, la intensidad del tablado flamenco y la melancolía expresada por cantantes de Fado, comidas acompañadas por vinos con sabor a madera, frutos rojos y negros, y especies del viejo mundo, y arte y arquitectura que ha perdurado desde antes que se descubriera América. Al acercar la mirada a las experiencias vividas, me doy cuenta que, aunque la pase de escándalo en mi luna de miel, mas que cualquier cosa, fue un viaje al interior de la pasión.
Quizás parece un poco “falta de plan” sentarme a decantar mi luna de miel en busca de lecciones de vida. Mas “falta de plan” me parece no compartir lo que aprendí de un grupo de seres humanos contagiosamente apasionados.
El viaje empieza con una invitación a conocer la bodega de una familia vinicultora, que produce vino desde hace tres generaciones. Hoy, parte del vino que comercializan los nietos por el mundo*, viene de vides sembradas por el abuelo, hace mas de 70 años. El viaje continua con un almuerzo familiar en Los Alburejos – una finca de segunda generación donde se crían toros bravos y caballos de la Alta escuela Española. El mensaje de esta cualidad netamente humana se me hace mas claro aun al conocer el proyecto de producción de vino de Jerez de un enólogo, el cual emprende con sus tres hijos y su esposa, y que solo es posible porque como lo describe “es su proyecto de vida”. Continua en una destilería de licores donde sus dueños, por medio de un proceso netamente artesanal, toman tanto cuidado para extraer aromas intensos y concentrados, que parece que estuvieran produciendo el mas delicado perfume para mujer – en vez de licor a gran volumen par exportar. Sigue cuando conozco a la cuarta generación de una familia dedicada al arte de producir esencias en una planta industrial construida hace poco menos de cuatro años, con la mas alta tecnología. A pesar de que han reemplazado las calderetas de cobre y botellones de vidrio por tanques de acero inoxidable y sensores computarizados, es posible escuchar el eco de la sabiduría del tatarabuelo. Culmina en el taller de una tonelería donde transforman troncos de arboles de especies americanas y europeas en barriles donde se añejaran vinos en bodegas alrededor del mundo – para que tu y yo disfrutemos. Del tur que nos dio el dueño de esta planta, lo que mas resalta no es la maquinaria tan especializada – es el compromiso de este empresario con llevar al mercado un producto digno de cargar el nombre de su familia.
Se puede deducir de los anteriores emprendimientos que la pasión esta ligada con trabajar en algo que es propio – de familia. Aunque en todos los ejemplos anteriores el protagonista de la historia es un empresario que ha heredado o montado un negocio propio – de familia, también he visto como miembros de la segunda o tercera generación de una familia no logran mantener viva la llama que prendió su abuelo o padre – aun en la presencia de un negocio propio. Mas que una herencia tangible, compuesta por activos como la tierra, una marca, maquinaria y demás, lo principal que una generación le debe pasar a la siguiente es pasión por la actividad central del emprendimiento. La pasión es la fuerza que da vida a los activos. Si la nueva generación no se contagia de esa fuerza, los activos heredados arriesgan terminar revendidos u oxidados.
En los casos anteriores aprendí que hay familias en las cuales solo algunos miembros se interesan por involucrase en el negocio familiar. Los demás se ocupan en otras actividades – lo cual es aceptado en estas familias. También vi como en los negocios de familia que mencione anteriormente hay empleados que también están contagiados por pasión. Y esto da pistas importantes acerca de que es la pasión – ¿es un rasgo de personalidad con el cual se nace? o ¿es una cualidad aprendida?
Antes de entrar a mirar ¿qué es la pasión?, primero miremos ¿por que es importante para tu éxito laboral – seas empresario o empleado?
La pasión, como herramienta de trabajo, es igual o mas poderosa que la excelencia.
En términos simples, la excelencia es un conjunto de creencias que apuntan a la mejora continua en el trabajo. Al ser una meta que continua a perpetuidad, es considerada una de las mejores motivaciones para mantener el enfoque en el trabajo. Es decir, los comprometidos con la excelencia, una vez mejoran algo – saben que deben buscar algo mas para mejorar. Por su lado la pasión es un aspecto mas emocional de la vida laboral que determina la energía con que alguien trabaja – y con cuanto compromiso. A mas pasión, mas energía y mas compromiso.
Al ver la pasión como un ingrediente integral al éxito laboral – que además contribuye al bienestar personal – en este post me he propuesto desglosarla con el objetivo de concientizar a aquellos que no la sienten – y reafirmar a aquellos que si han logrado conectar con una fuente de poder inigualable.
Pista #1 – Trabajar con pasión es amar lo que se hace – pero no porque se ha encontrado aquello que se ama – si no porque se ha decidido amar aquello que se tiene. En ese sentido sentir pasión es incondicional – y un fin en si. Igual a la excelencia, la pasión esta compuesta por una serie de creencias que conllevan a un alto grado de compromiso con el trabajo. Dicho compromiso, que para el apasionado se torna incuestionable, conlleva a una persistencia que mueve montañas.
Pista #2: La pasión es una emoción. Así como todos los seres humanos considerados emocionalmente funcionales, somos capaces de sentir otras emociones como la felicidad y la depresión, también estamos equipados emocionalmente para sentir pasión. Para algunos es mas fácil sentirla – tanto así que a simple vista parecería que nacen apasionados por algo. La realidad es que estos seres humanos son mas sensibles que la mayoría – y como el termino bien lo dice, sienten mas fácil. Para los menos sensibles de la población sentir pasión es cuestión de entender que es una emoción como las demás – y que sentirla es cuestión de abrirse a conectar con ella. Tal como la risa es contagiosa, la pasión también. Entonces se torna mas fácil sentirla si te rodeas de personas como las que menciono anteriormente.
Pista #3 – La pasión es una filosofía de vida. Seguir un régimen vegetariano y tener disciplina para hacer ejercicio todos los días – también son filosofías de vida. Aunque hay tantas definiciones de pasión como lo hay apasionados, generalmente la pasión esta compuesta por una serie de creencias acerca de la vida. Es la suma de estas creencias la que determinan por medio de que lente el apasionado mira el mundo y la vida. Y como tal influye sobre como se relaciona con su trabajo.
Entre lo principal se encuentra –
1. Tomar responsabilidad por la vida – incluyendo la familia, la comunidad y el trabajo. El apasionado tiende a “no tragar entero” y a usar su propia lógica para crear bienestar a su alrededor. Porque el apasionado no sigue el mapa trazado por otros – en vez traza el suyo propio, equivocarse es parte de su diario vivir. Así sea que se equivoque – sabe que desde su posición de control es posible aprender de sus errores y seguir abriendo su propio camino. En ese orden de ideas, el apasionado prefiere equivocarse estando en control que ceder control.
2. Sensibilidad – En culturas paternales ser sensible tiende a ser un signo de debilidad – al ser asociado con el genero femenino y con practicas mas ‘soft’ como las artes. En términos puros, ser sensible es tener los sentidos despiertos. Por tanto es gracias a este estado de alerta que es posible sentir la energía de la vida y tener la posibilidad de conectar con ella. Dicha conexión proporciona poder – no lo resta. En cierta forma el apasionado no le tiene miedo a sentir. Por el contrario tiene el coraje de dejarse guiar por aquello que siente – y lo (con)mueve. Es cuando logra combinarlo con el aspecto mas practico de la vida que su pasión se convierte en un emprendimiento exitoso.
3. Tener una visión larga y ancha – Hay dos maneras de mirar la vida laboral; como un “sprint” o como una maratón. Seguro que muchos discutirían que es mejor verla como un “sprint” siendo que conlleva a un sentido de urgencia generalizado lo cual resulta en mayor agilidad frente a oportunidades y retos. Ese punto de vista no es ni bueno ni malo – es una posición la cual considero te expone a quemarte – y no poder continuar trabajando. Por otro lado – si consideras que tu vida profesional es una carrera de 42,195 kilómetros, te hará mas lógica pensar que por muy buena que parezca una oportunidad, no es la única ni la ultima – es simplemente una de las muchas en un camino largo. Como tal será mas fácil tener una visión mas pausada – la cual conlleva a decisiones mas objetivas que usualmente pasan la prueba del tiempo. El apasionado trabaja con una visión a largo plazo – puesta sobre la siguiente generación. Ve que sus acciones diarias son una inversión que conlleva a mejorar aquello que ama. Por eso le pone atención hasta al mas mínimo detalle.
4. Aprendizaje perpetuo – En cuanto a su objeto de pasión, el apasionado es un estudiante incansable, siempre investigando, experimentando, cuestionando y buscando hacer mejor su trabajo.
Buena semana.
*Este vino se comercializa en Colombia – escríbeme y con gusto te cuento como conseguirlo.