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Sacando Cuentas

Sacando CuentasComo practica común, las inversionistas comparan y analizan oportunidades de negocio.  Entre lo principal, buscan saber cual inversión les traerá, dentro de un tiempo determinado, que típicamente es de 3 a 5 años, mayores ingresos con el menor riesgo. Además buscan averiguar el costo para financiar el capital necesario para una inversión y el costo de oportunidad de invertir su capital limitado en un negocio y no en otro. 

Al momento de decidirte por un trabajo sobre otro, tú también puedes mirar el mundo por medio de anteojos financieros – y aplicar los criterios que guían a inversionistas al momento de decidir si aceptan o rechazan una oportunidad:

Cuenta # 1 – Estrategia de salida.  Tan importante como analizar el costo, riesgo y beneficio de entrar a una inversión, es saber cuales serán los costos, riesgos y beneficios al momento de salirse de un negocio. Es decir, es igual de importante saber como entrar, como tener una estrategia de salida.  En el mundo del trabajo esto traduce a reconocer  que no hay trabajos de por vida.  Por tanto tu carrera se beneficiara de empleos y proyectos que actúen como trampolines para mejores oportunidades.  Eso no necesariamente quiere decir que es aconsejable entrar a un trabajo pensando en irse.  Más bien es recomendable  empezar con una visión clara de lo que representa para tu carrera cierta experiencia laboral. Con esa visión mas amplia y largoplacista, será mas fácil estar motivada a entregarte al máximo – ya que sentirás que al igual que tu empleador se beneficia, tu carrera también – aun en vista de detalles hartos y desquiciantes.

Cuenta # 2 – ¿Que viene después?  Tu estrategia de salida de un negocio – o de un trabajo – debe incluir una idea de tu próximo paso.  Esto es lo que buscan los más grandes de nuestro tiempo – como Roger Federer, Oprah Winfrey y Natalie Portman.  Es desde el tope de la montaña recién escalada que buscan otros topes para escalar.  Su compromiso con ser cada vez mejor es lo que los lleva a alcanzar metas cada vez más altas. 

Cuenta # 3 – Construye puentes y redes. Tal como una inversionista es tan buena como su última inversión, y por tanto constantemente busca ampliar su red de contactos para acceder nuevas oportunidades, tú eres tan buena como tu último trabajo.  Por tanto es aconsejable no desarrollar una estela toxica al cambiar de trabajo.  Es decir, procura que la razón por cambiar de empleo no sea huirle a un jefe, colega o cliente.  Si en lo mas profundo de tu ser esa es la razón – pausa (y cuenta hasta diez cuentas veces sea necesario).  Piensa que saber resolver conflictos interpersonales y manejar relaciones son competencias deseables en el mundo del trabajo.  también considera que al pasarte a otra empresa corres el riesgo de toparte con jefes, colegas y clientes que no son de tu absoluto agrado.  Siendo así, ¿piensas huir por siempre?  Más bien cambia de empleo cuando genuinamente al otro lado te espere una oportunidad para tu carrera. A la hora despedirte de tu actual empleo, se transparente acerca de la nueva oportunidad.  Hagas lo que hagas – no caigas en la trampa de creer que la grama es más verde al otro lado de la reja.  Tu nuevo empleo también traerá consigo retos y detallitos que te sacaran de quicio.  Piensa en eso al momento de despedirte de tu actual jefe, colegas y clientes – y busca preservar esas relaciones que construiste con ellos.  Por empezar, si te quedas trabajando en la misma industria, posiblemente volverás a trabajar con ellos en algún momento.  ¿Además a quien crees que tu futuro empleador llamara a pedir una referencia? Si sabe lo que esta haciendo, lo primero que se preguntara es ¿Por qué se fue de su actual trabajo?  Llamara a tu ex jefe para averiguarlo.

Cuenta # 4 – Ninguna oportunidad es la última. Por muy estelar y única que aparente ser una oportunidad, siempre hay otras – y quizás hasta mejores.  Al igual como lo hacen las inversionistas mas exitosas, tu como empleada también puedes aprender a decirle no a una oportunidad de empleo – aun cuando aparente ser la mejor y única de tu carrera.  Si el timing o tus circunstancias no son adecuadas para ti – entonces esa oportunidad tampoco lo es.  Las oportunidades buenas usualmente llegan en el momento preciso, cuando tienes las circunstancias que apoyan esa oportunidad.  O cuando cambiarlas no toma un esfuerzo herculino, que te pone en una situación donde ese trabajo es todo lo que te queda en la vida.  Lo primero es reconocer que invertir en un negocio o aceptar un trabajo porque es la única vez que tendrás acceso a algo así – no es una razón fundamentada en criterios financieros.  Claro esta, tener los ojos abiertos y estar dispuesta a aprovechar oportunidades te dará ventaja sobre aquellos empleados que miran el mundo por medio de binóculos como si estuvieran en el piso 90 del Burj Khalifa – alejados de la acción.

Cuenta # 5 – El éxito rápido no existe – y si existe, no perdura.  así que no te dejes engañar por oportunidades que ofrecen retornos altos y rápidos.  Esto no lo digo bajo la influencia de pasadas generaciones que creen que se vive para trabajar.  Y que todo lo que vale la pena en la vida llega con el sudor de la frente.  Aunque en algunos casos eso es cierto – también estoy abierta a la posibilidad de que el éxito llegue al instante.  Pero si miras a tu alrededor son aquellos que han perseverado, que no se han rendido y que se han arriesgado los que salen adelante.  Aunque Mark Zuckerberg, Rafa Nadal y Lady Gaga alcanzaron el estrellato a una temprana edad, no paso de un día para otro – y sin seguir los principios anteriores. Si sigues pensando que hay excepciones a todas las reglas, posibilidad a la que estoy abierta,  cuéntame, en promedio, ¿cuantas generaciones dura la ganancia de una lotería?

Cuenta # 6 – Detrás de todos los números y hojas de Excel, hay personas.  Las mejores inversionistas saben que bueno números, con mal liderazgo conducen a poco.  Y que malos números, con buen liderazgo pueden llegar al éxito.  En tu trabajo esto quiere decir que la mayor diferencia entre una empresa y otra es su gente y su liderazgo. Antes de aceptar un puesto, busca aprender al máximo acerca de su cultura, sus valores – y que tanto tendrás en común con tu futura jefe y colegas.  Esto es importante ya que por mucho que intentes racionalizar o justificar un trabajo u oportunidad, al fin del día, tu alma no esta para la venta.

Cuenta # 7 – Aunque analizar es recomendable, el sobre análisis lleva al parálisis. Siendo que el objetivo de considerar varios puntos de vista es decidir y actuar – es esencial saber reconocer con absoluta honestidad cuando estamos escondiéndonos detrás del sobre análisis.

Entonces, por amor propio, saca la cuenta y toma acción.

Buena semana.

 

Gracias Google Images por la foto.

Las Hermanas Suarez y el Gringo

macondoLa semana pasada te conté como mi espíritu de peaceful warrior me llevó a un viaje hacia lo desconocido.  Esta semana, fue por ese mismo espíritu que terminé perdida en Baranoa, un pueblo rumbo a Cartagena, en un carro manejado por un gringo, persiguiendo a una ambulancia buscando salir de un callejón cerrado. 

Aunque otra vez me encontraba en un mundo desconocido (con sabor surreal), esta vez el verdadero reto fue tomar una decisión acertada bajo presión tanto de tiempo como de mis dos compañeros de viaje.

Al estilo Bollywood, la historia de los tres viajeros (o de “Las Hermanas Suarez y el Gringo” – como decidimos llamar nuestra aventura digna de película), tuvo un final feliz.  Cosa que ninguno de los tres sabia en el momento cuando contradije a los demás e insistí hasta convencerlos que debíamos arriesgarnos y continuar hacia nuestro destino final – Cartagena – en vez de dar la vuelta y devolvernos a Barranquilla. 

Al tomar esa decisión arriesgué perder nuestro vuelo de regreso a casa – y quedar responsable por el costo de tres tiquetes de avión y la salud mental de una mamá que tardaría un día más en llegar a casa a ver a sus tres hijos.

Entonces ¿en medio de todo como fue posible tomar la decisión acertada?

Antes que cualquier cosa, te recuerdo que cuando de decisiones se trata, su calidad se mide por los resultados que obtienes. Y punto.  Es decir, para tomar una decisión, puedes guiarte por la metodología mas sofisticada, pero si no consigues los resultados que buscas, de nada te sirve seguirla.  

Para ayudarte a tomar decisiones más acertadas – aquellas que te llevan a alcanzar tus metas – aquí comparto el insight que aprendí mirando un callejón cerrado en Baranoa. 

  1. Objetivos claros – es lo más poderoso que puedes tener al comenzar el proceso de decisión.  Ya que sin saber que buscas, jamás sabrás si estas próximo a encontrarlo – o si arriesgas perderlo. Por lo tanto te recomiendo definir que buscas alcanzar por medio de tu decisión, antes de lanzarte a decidir.  En mi caso, tenia claro que lo que más importante e urgente de nuestro día era completar varias tareas en Cartagena. Teniendo en mente nuestro destino al final de esa carretera llena de polvo (y perros flacos) procedí a analizar la situación.
  2. El peor escenario – considerarlo no es cuestión de ser pesimista.  Si lo puedes asumir, procede con tu decisión.  En caso de que no puedas asumirlo, tienes la opción de explorar otras posibilidades.  En este caso sabia que no completar nuestras tareas en Cartagena era peor que pagar por tres tiquetes de avión.  Por eso presioné a mis compañeros a continuar nuestra travesía por ese mundo macondiano.
  3. El mejor caso – también es importante saber que podrías ganar si tu decisión es acertada.  Así podrás comparar que pesa mas – ¿el riesgo o la ganancia?  En este caso, como ya sabes, llegar a Cartagena era lo único que importaba aunque se veía como un espejismo a través de la ventana empolvada del carro.
  4. Confía en tus emociones – mas que todo porque tus emociones, lo que sientes, no miente. No sabe como.  Si revisas bien, te darás cuenta que tomar decisiones acertadas se siente diferente ya sea en el vientre o el cuello o demás partes de tu cuerpo donde tiendes a sentir emociones, que tomar decisiones no acertadas.  Siendo así, te recomiendo convertir las emociones en aliadas estratégicas – y aprender a sentirlas en tu cuerpo. Empieza por identificar las partes del cuerpo más sensibles a tus emociones.

La próxima vez que te encuentres a puertas de tomar una decisión, contemplando como proceder, acuérdate que no tomar una decisión, también es una decisión. Por eso te recomiendo tomar control del proceso ya que así mejoraras la calidad de tus decisiones y los resultados que alcanzas.

 

Gracias Seracat por la foto.

¡Suelta el freno de mano!

Snow_SkiEs un hecho – la indecisión es como el oxigeno. En el trabajo y en nuestra vidas en general, esta en todas partes. Mas que todo porque, tal cual como la hilera de cereales en el supermercado, las opciones simplemente abundan.

Entonces ¿que debemos hacer para no ahogarnos en un mar de opciones – y aprender a tomar decisiones rápidas que pasen la prueba del tiempo? 

  1. Suelta el freno de mano.  Cuando de decisiones se trata – evita a todo costo el parálisis – por sobre análisis.  No te engañes. No tomar una decisión, también es una decisión. Quizás una de las peores.
  2. Las decisiones perfectas son un producto de la imaginación de los indecisos.  En la realidad no existen.  Todo trae un sacrificio.  Identifica y analiza que estas ganando y perdiendo a cambio de tu decisión – y decide cual decisión es de mayor beneficio.
  3. Mírala a los ojos. Reconocer que eres indecisa es el primer paso a ganar la batalla.  Aquí la autocrítica constructiva tiene su lugar.  Negar que algo podría estar mejor, te privara de la oportunidad para mejorar.
  4. Deja marinar. Tal como un buen encurtido necesita tiempo para estar listo – las buenas decisiones toman tiempo para producir resultados.  Confía en el proceso. Abrir el frasco antes de tiempo – es decir retroceder o cambiar de rumbo antes de tiempo – te hará dudar que tomaste la decisión correcta.
  5. Échale cabeza y corazón. Las decisiones que pasan el visto bueno de tu razón y de tus emociones tienen más chance de ser sostenibles. Piensa en la última decisión que tomaste que se sintió bien.  ¿Te acuerdas que resultados produjo?
  6. A las tentaciones – búscales reemplazo.  Posiblemente se presentaran tentaciones en tu camino – que te harán dudar de la posición que escogiste.  Que nublaran tu norte. Cuando esto pase, lee el punto 2.
  7. 8 horas de sueño son mágicas.  No te dejes apresurar por tus colegas – ni tu jefe.  Cuando tengas que tomar una decisión de gran impacto, pide al menos un día para pensarlo.  Aprovecha que mientras duermes tu cerebro esta trabajando en una respuesta – funciona como por arte de magia.

Entonces – ¿que estas esperando para soltar el freno de mano – y alcanzar tus metas?

Making (or breaking) Sustainable Career Decisions

The time has come for us all to forget about career management. To call your shots and make your mark in the real world of work, you need to instead think about career ownership. 

As a career owner, you are the CEO of your career* – Me Inc.  So that you can enjoy the benefits of your new role, first you need to take care of your most important responsibility as CEO of Me Inc.: to make sound and sustainable decisions.  Doing so will enable you to be in control and in the seat of power of your work-life.

As the one responsible for orchestrating the decision-making process you need to be able to have a big picture view and to think long-term. For that you’ll need to set time aside to answer the following 4 questions about yourself and your work-life:

  • Where are you right now?
  • Where do you want to go?
  • Why do you want to get there?
  • How will you get there?

Here are some tips to get you started:

Element #1: Where are you right now?

Similar to the process that an entrepreneur undergoes when analysing a business, you’ll need to take stock of your key assets.  Working together, these are the things that turn you on and keep your engine running.

In the context of your career, these are:

  • your personality style – or the way you do the things that you do;
  • your values – or what rewards matter most to you;
  • your skills – what you’re good at;
  • your strengths – what you’re better at than most; and
  • your interests – what you’re drawn to.

Personally I have found it very powerful to have a one-page snap-shot of my key assets (the top 5 of each of the traits above) that I can refer to whenever I need to make a decision.  In essence this snap-shot of Me Inc. is the foundation of my decisions and I’ve used it to answer the remaining 3 questions that you’ll find on this post.

To develop a snap-shot, I’ve relied on a number of assessments, some have been free and others have charged me a fee. I’ll share these with you – and my reviews – in a future post.  A career counsellor or a coach may also be a good starting point for you.  If you decide to go that way, I suggest that you interview a few before you decide to work with one.  I’ve found that personal chemistry and that they ‘get me’ are both more important than the number of degrees on their wall.

It’s also key to be able to look at the results of several assessments.  After all we’re all unique and very complex so there’s no way that one test will give us a well-rounded view of ourselves. 

Element #2: Where do you want to go?

This will involve some creativity and dreaming on your part. And the fact is that there is no hard and fast way of figuring this out. The great news is that there aren’t any right or wrong answers either.  In a nut-shell, this is a very personal question that involves some introspection.

However you choose to answer the question: “where do you want to go?” I strongly suggest that you dedicate time to figure it out. This is THE question that will lead you to really and truly own your career.

These are the models that I’ve used to answer THE question: (feel free to use these too!)

A 5-year plan

Rather than trying to figure out what I’m doing for the rest of my life, for the past decade, I’ve been basing my decisions on a 5-year plan.  I’ve found that this model gives me enough structure to get me where I want to while giving me the flexibility that I need in order to make changes along the way. When setting goals, I make sure that they are SMART: Specific, Measurable, Attainable, Realistic and Time-bound.

A vision and mission statement

This has taken me some time to develop, but I guarantee that it has been worth my while. In fact, in front of my desk where I write, I have posted my vision and mission so that I can look at it every day.  To develop both statements, what helped me the most was picturing that I did not have a financial need to work. Then I thought (long and hard) about what I would do every day – after I got bored of sitting around doing nothing. When I did this exercise in 2007, I decided to become a full time writer. And that is exactly what I’ve been since Feb 2008.

My life’s calling

I recently learned about this model and I’ve found it quite useful and inspiring. (Thanks Jack Canfield!). Here are the questions that I used to find my calling – at least for the next 5 years:

1. List two of your unique personal qualities. 

2. List one or two ways that you enjoy expressing those qualities when interacting with others. 

3.  Assume the world is perfect right now. What does this world look like? How is everyone interacting with everyone else? What does it feel like? Make sure that you write your answer in the present tense, describing the ideal condition, the perfect world as you see it and feel it.

4. Combine your answers to the above three questions into a single statement.

Element #3: Why do you want to get there?

Once you know where you want to go, you’ll be more likely to survive the tough times along the way if you attach meaning to your goals.

To help you find out “why” below are the three questions that I use: (from The Alignment Group: thealignmentgroup.com – thanks Erica!)

  1. Why is achieving my goal important for me?
  2. What’s in it for me when I achieve my goal?
  3. Who else will benefit when I reach this goal?

Element #4: How will you get there?

This is the equivalent of developing a business plan for your career.  Having SMART goals is a great start, but to make things happen, you need to be able to…execute.  For that, you need to develop a strategic career plan.

This is what my plan includes – I suggest that at a minimum, you include these in yours:

  1. A time-line: This is where you break down your long-term goals (the SMART ones that you set in Element # 2) into bite-size pieces.  In other words, figure out what needs to happen in the short and medium term so that you achieve your goals.
  2. Resource requirements: What will you need along the way to get to  your long-term goals, in terms of time, commitment, money, education, skills and jobs?  At this point, being as specific as possible will help you be more prepared.
  3. Obstacles: As Henry Ford said: “Obstacles are those frightful things you see when you take your eyes off the goal.”  With that in mind, take time to think about what might get in the way of your goals. Find solutions and prepare for the hurdles.
  4. Description: I like to close my eyes for this.  Write a narrative, with as much detail as possible, about what it will feel like, how you will react to obstacles and what you will gain from each step. The more real your description, the better equipped you’ll be.  Make sure that you take time to enjoy your journey in your mind’s eye.
  5. A schedule: The time has come for the rubber to meet the road.  Set deadlines for your goals and schedule them in your PDA, calendar or whatever other tool you use to manage your time.
  6. Evaluation: From time to time, review your goals to make sure that they are still important for you, that you’re still on track and to make any changes that you feel are needed. 

Remember, this is your journey, not mine, not your boss’ and certainly not your parents’.

Until you’re able to answer these questions for your work-life you’ll be dragged by other’s dreams and visions. In other words, you’ll be wasting your life helping other people achieve their dream and visions. And a wasted life is the greatest, yet most preventable tragedy in the 21st century.

What do you think?

*the terms career and work-life have been used interchangeably throughout this post and my blog.