Se que la siguiente frase hará sentir incomodo a más de una persona:
“Lo opuesto de jugar no es trabajar. Es depresión.”*
En especial a aquellos que al final de un día de trabajo corren a sus casas para jugar sea tenis, Tetris o póker – o cualquier otro de los miles de juegos disponibles – para olvidarse del trabajo.
Lo que pocos saben es que ambas actividades tienen mas en común de lo que se ve a simple vista. Es precisamente cuando la línea que separa el juego del trabajo es borrosa, que sacamos mayor placer, por más tiempo, tanto del juego como del trabajo. Al estilo del nuevo chicle que lanzaron al mercado, con sabor por más tiempo, lo óptimo es gozar y ser feliz por el mayor tiempo posible. Aunque perseguidos por algunos, los picos de euforia y highs de adrenalina, no son un signo de bienestar – ni de real felicidad, ya que por su naturaleza son pasajeros.
Es en la intersección entre el juego y el trabajo que nos sentimos más felices – por más tiempo. Lo se – suena contradictorio que sea posible que el juego asome su cabeza en el mundo laboral – y que en el universo maravilloso del juego existan algunas de las características que se viven dentro de un cubículo – sin el juego parar de ser un juego – y el trabajo parar de ser trabajo.
Por eso te invito a que le acerques la lupa a la sicología de la felicidad – y veas por ti misma que cuando ciertos elementos están presentes en una actividad – sea un juego o un trabajo – es cuando mas felices por mas tiempo logramos sentirnos. Por tanto, contrario a lo que el común de los empleados cree, no es en la ausencia del trabajo que nos sentimos felices.
Si no me crees, te acuerdo que ni el ocio absoluto, en el extremo flojo del espectro, ni la esclavitud perpetua, en el extremo mas templado del espectro, te hacen feliz. El uno te aburre – el otro te estresa.
Es un estado en la mitad de ese espectro el que conlleva a la felicidad duradera.
Como un globo – que flota si tiene helio, y se cae al piso si tiene oxigeno. Lo que te hace feliz no es la actividad en si; jugar o trabajar. Esos son el empaque que va por afuera. Son los siguientes elementos, que cuando están presentes dentro de esas actividades – sentirás que estas volando – sea que estés jugando Tetris o dentro de un cubículo:
- Control – el simple hecho de que escogemos hacer una actividad significa que estamos en control de dicha actividad – y por asociación, de nuestra vida. Pero esa es solo parte de la historia ya que la búsqueda de control no es el fin en si. Lo que realmente buscamos es libertad – el control es un mero medio para alcanzarla y preservarla. Piénsalo. Es cuando pierdes el control, que te sientes oprimido. Sea por otro ser humano o por una situación externa a ti. En vista del papel protagónico que juega la libertad dentro de la felicidad humana, cuando algo atenta contra tu libertad, como lo es la perdida del control, enseguida se te prenden las alarmas de ansiedad, de miedo, y de frustración – entre las principales. Por eso estar en control – es decir escoger hacer una actividad, al contrario de que dicha actividad sea impuesta sobre ti (por un jefe), es un ingrediente clave para la felicidad – en el juego y en el trabajo. ¿Y como mantienes el control – y tu libertad – frente a un jefe que ladra ordenes? Enfocándote en el propósito mayor de dicha actividad. Es decir, en la visión de tu empresa. Es por eso que es tan importante escoger un trabajo dentro de una empresa con la cual compartes su visión. Ya que te permite infundir sentido hasta a la mas tediosa de tus tareas. Cuando tus valores están alineados con la visión de la organización donde trabajas – no es posible sentirte oprimido – o que haz perdido el control o tu libertad. Piensa en eso la próxima vez que escojas un cheque más jugoso por encima de una causa con más resonancia.
- Éxito – a la gran mayoría de personas le gusta ser bueno en lo que hace – y mas placer sacamos sabiendo que somos cada día mejores – sea en el juego o en el trabajo. Si lo miras al contrario – son pocos los que sacan placer en fracasar en una actividad – o mismo desmejorar su nivel de desempeño. Uno de los factores más influyentes en alcanzar el éxito es sincronizar la actividad con tus fortalezas innatas. Ese proceso empieza con tu autoconciencia.
- Reto – el cerebro humano esta diseñado para enfrentar retos y resolver problemas. Es por eso que en su ausencia nos aburrimos y nos sentimos desmotivados. Posiblemente hasta sentimos que estamos desperdiciando nuestra vida. La clave esta en buscar retos que nos estiren por encima de nuestro status quo – pero no tanto que nos quiebren y nos hagan sentir ineptos. Sabiendo eso, es por eso que los mejores juegos de video ofrecen diferentes niveles – a los cuales cada jugador va llegando de acuerdo a sus habilidades y mejoría. En el ámbito del trabajo la proactividad en este espacio es clave – ya que apunta a que estas en control de los retos que enfrentas. Es decir, buscar retos cada vez mayores no es masoquismo – ni ser lambon con tu jefe. Es saber que para ser feliz necesitas tener tu cerebro activo. De lo contrario sentirás aburrición.
- Claridad – lo impredecible amenaza contra la naturaleza humana – por que nos hace sentir fuera de control. Por tanto necesitamos metas claras para que una actividad conlleve a nuestra felicidad. Entre más específicas sean esas metas – y estén basadas en nuestra realidad, es decir con los recursos con que contamos – mas gozaremos de una actividad. Sea juego o trabajo.
- Viabilidad – tener noción de que seremos exitosos en una tarea es una combinación de factores internos como el autoestima y autoconfianza, y factores externos como lo son los recursos con que contamos. A la vez el goce de un actividad esta íntimamente atado a nuestra autoestima – factor que no controla un empleador – y a los recursos que están a nuestra disponibilidad – factor que en muchas ocasiones si controla un empleador. Por tanto culpar al 100% a nuestro trabajo (o jefe) por nuestra infelicidad es desconocer la mitad de la historia.
- Retroalimentación – esta puede venir de fuentes internas o externas. Es decir, personas con mayor auto estima tienen mayor capacidad de ser sus propias bastoneras – y medir su propio progreso. Aquellos más inseguros tienden a acudir a fuentes externas para información acerca de cómo van. Independiente de la fuente, para ser felices, necesitamos saber que tanto progreso hemos alcanzado – o si lo hemos alcanzado del todo. Esto apunta a nuestra necesidad de estar en control – y de ser libres.
Entonces si buscas felicidad – la clave no esta en escaparte en un juego cualquiera o evadir el trabajo. Esta en llenar tus actividades con el máximo numero de elementos que te hacen feliz a ti y al resto de la humanidad.
Buena semana.
*Frase de Brian Sutton-Smith, sicólogo especializado en la sicología de juegos.