Lo sé – la Yoga esta de moda. Y siendo que soy alérgica a las modas (me dan sarpullido…) me sorprende que llevo mas de 7 años practicándola.
Esta mañana, frustrada y encalambrada en mitad de una Asana (palabra en Sánscrito – que significa posición), dejé mi mente correr. Buscando escapar la tortura auto impuesta, empecé a buscar explicaciones para mi perseverancia con una practica que gran parte del tiempo me produce dolor, rabia y frustración.
Siendo que empecé a ver la luz – a pesar de tener la cabeza boca abajo en medio de una parada de manos – aquí comparto algunas de las enseñanzas que he logrado transferir del estudio a la oficina – y quizás te ahorre calambres y frustración:
- Celebración en privado. Vivimos en un mundo de junkies de atención, donde la gran mayoría de las personas buscan el reconocimiento para valorar sus logros. Las masas piensan que si no han aparecido desnudos en la portada de SOHO o en CityTV, no han logrado nada en sus vidas. Diferente a muchas actividades, en Yoga no hay posibilidad de ganar o ser reconocido (o de aparecer en revistas y televisión). Uno es el único que sabe que se alcanza dentro del estudio. De igual manera, en el mundo del trabajo el reconocimiento no es garantizado. Entre mas temprano en tu carrera ajustes tus expectativas a esta realidad, mas fácil será. La realidad es que habrá ocasiones que tendrás un jefe que celebrara tus triunfos – al igual que habrá ocasiones cuando tu jefe se robara tus triunfos. Por eso es importante que aprendas a celebrar tus propios logros – y a no depender de los demás para valorarte.
- Competir es anti Yoga. Yoga se practica para mejorar la práctica personal – no para ganarle a los demás. Afuera del estudio, tampoco existen las carreras. La realidad es que hay veces estamos delante de otros, y hay veces estamos atrás. La única competencia que es importante es contra uno mismo – y esta dura toda la vida.
- Practica de por vida. Algo fundamental de la Yoga es que nunca, no importa a que nivel se esta, se hace Yoga. Por toda la vida, Yoga se practica – ya que jamás se para de aprender. En el mundo del trabajo esto lo saben los exitosos. Te imaginas que un cirujano – que te va a operar – se graduó hace 10 años y no ha vuelto a abrir un libro?
- Finísima atención al detalle. Entre mas conozcas los detalles mas pequeños de tu cuerpo – el ritmo de tu respiración, tus tendones, ligamentos y músculos – mas fácil será acomodar tu cuerpo a las posiciones. En la oficina es la fina atención al detalle – momento a momento – lo que te lleva a producir los mejores resultados. Es al nivel de los detalles donde se alcanza la excelencia.
- ¡Aja! A pesar de que la Yoga toma dedicación, enfoque y disciplina, cuando menos lo esperamos el cuerpo simplemente fluye – sin mucho esfuerzo. Lo mismo pasa en el trabajo. Hay momentos y días que las cosas van tal cual como esperamos. Así que déjate sorprender.
- Confía en el proceso. Gran parte de entrar en las Asanas es aprender como dejar fluir la energía suavemente por el cuerpo – con entrega y confianza. Además, el proceso de aprendizaje en Yoga es lento – pero seguro. Es por eso que la confianza es fundamental en Yoga. De igual manera, hacer bien tu trabajo – con entrega y compromiso – día tras día te dará resultados. Confía que es así.
Ahora si – respira profundo, profundo – y prepárate para entregar la mejor versión de ti a este nuevo día.
Namaste.
*Con esa palabra cierro mi práctica de Yoga. Quiere decir en Sánscrito – bajo mi cabeza ante ti.