Las niñas buenas van al cielo – las malas llegan al mejor puesto


Antes de que me catalogues como feminista, confieso que hace un par de días tomé inventario mental de todas aquellas personas que admiro en mi vida laboral y en mi lista aparecen más hombres que mujeres. 

Aun así, creo en la igualdad de oportunidades para todas las personas – sin importar su sexo, edad, nacionalidad, estado civil entre otros.  Por lo tanto cuando me invitaron a ser panelista en el Tercer Foro Universitario – Mujeres de Negocios, acepté casi de inmediato.

¿Entonces que es el Tercer Foro Universitario – Mujeres de Negocios?

Encontrarás mas detalles acerca de cómo vincularte en este link – pero en resumen se llevará acabo este sábado, 24 de abril, en el Hotel Tequendama de Bogotá.  Y  “es la tercera versión de la iniciativa de la Fundación Mujeres por Colombia que ofrece la oportunidad de un día de aprendizaje, contactos y experiencias interesantes. El foro está dirigido especialmente a estudiantes universitarias y recién egresadas. El objetivo del Foro es apoyar los procesos de transición de la Universidad al mercado laboral de las mujeres jóvenes colombianas, a través de paneles especializados, talleres y feria laboral.” (Texto tomado de la página Web)

Y ¿por que lo apoyo?

Que empiece la conversación…

Después de trabajar casi 12 meses hombro a hombro con hombres de mi familia, más que nunca sé lo que les enseñan a los hombres acerca de negocios – y que no nos enseñan a las mujeres.  Esta página no me alcanzaría para contarte todo lo que he aprendido acerca del mundo del trabajo – en menos de 12 meses – simplemente pasando días en la oficina.

Sé que esto pasa, no porque el mundo es machista – ni nada parecido.  Es porque durante los pasados 3.2 millones años las mujeres estuvimos en la casa cuidando de la familia – y lo hombres en la calle buscando sustento.  Si sacas la cuenta, te darás cuenta que es hace apenas desde hace un poco mas de 100 años que las mujeres empezamos a participar en el mundo externo – afuera del hogar – por medio del sufragio.  Esto quiere decir, que por cuestiones prácticas la mayoría de lo que nos rodea apoya esos roles.  Es decir, casi por inercia la conversación acerca de la casa gravita hacia nosotras, la de negocios hacia hombres.

Es un hecho que no vengo de una familia machista – es mas, pienso que es casi lo opuesto.  Y aunque pasé gran parte de mi infancia montada en una bicicleta, patineta o árbol, la mayor parte del tiempo, eran mi mamá y abuela quienes se sentaban a hablar conmigo – acerca de cocina, moda, salud y eventualmente de hombres.  Ayudo que me encanta comer así que pasé gran parte de mi niñez en la cocina – buscando algo de comer – rodeada de mi mamá y mi abuela.  Mientras tanto, en otro lado de la casa, estaban mis primos – dos hombres – hablando con mi tío y mi abuelo acerca de los negocios de la familia.  Eventualmente empezaron a ir a la oficina a trabajar con su padre. 

Sospecho que para la gran mayoría de mujeres, la conversación que las rodea en sus familias es parecida a la que me rodeo a mí.  Después de mi experiencia trabajando con hombres de mi familia, me queda claro lo importante que es facilitar que la conversación acerca de negocios y el mundo laboral en general, empiece temprano en las vidas de las mujeres.

Es obvio que tomará esfuerzo y más que todo la atención de muchos para detener la inercia.  Son precisamente eventos como el de este fin de semana que ayudan a cambiar el rumbo en el que el barco lleva andando por millones de años.

 Así que este sábado, únete a la conversación.

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