Acompáñame a soñar por unos instantes. Cierra los ojos si hacerlo estimula tu creatividad.
Ahora imagina un lugar de trabajo donde es posible escoger a tu jefe o jefa. Imagina una compañía donde, al igual como actualmente las empresas tienen la opción de entrevistar a varios candidatos para un puesto, tu como empleado tienes la opción de entrevistar a varios profesionales para el puesto de ‘La Jefa – o El Jefe’. ¿Te lo imaginas?
Si eso fuera posible, ¿sabes que rasgos de personalidad y que competencias profesionales buscar en esos candidatos? Es decir, ¿sabes que hace al jefe perfecto? Tan importante como eso, ¿sabrías que preguntarle a esos candidatos para averiguar si cumplen con tus requisitos?
Luego de hablar con un sin numero de empleados y escuchar a mas personas de las que puedo contar quejarse de su jefe, se que la mayoría es muy hábil en listar todo lo que odian – desde que es muy exigente hasta que es muy incompetente. También se que pocos empleados saben describir al jefe perfecto – el cual tanto anhelan. Cosa que me lleva a preguntar a los expertos en jefes malos ¿como pretenden algún día llegar a trabajar con el jefe perfecto – si ni siquiera saben como describirlo?
Y a los cínicos que están ahí sentados pensando que si realmente tuvieran opción, escogerían no rendirle cuentas a nadie, les aclaro que hasta el jefe máximo tiene jefe. Es decir, todo jefe le rinde cuentas a un grupo de constituyentes. Entre ese grupo se encuentran los bancos, inversionistas y la junta directiva. Y sin excepción, aun en empresas auto financiadas, todo jefe, por mas arriba que se encuentre en la cadena alimentaria, le rinde cuentas a los clientes – ya que sin clientes una empresa deja de existir. Le rinde cuentas al gobierno – por medio de impuestos. Importantemente le rinde cuentas a los empleados – ya que sin un equipo de trabajo, una empresa también deja de existir. Así es que para de soñar – que un mundo de trabajo sin jefe, sin rendir cuentas – solo existe en tu imaginación.
Habiendo sacado eso del camino, regresemos a analizar que hace al jefe perfecto. En realidad eso depende de cada persona. Es precisamente la subjetividad de cada empleado que hace ser un buen jefe tan difícil. Quizás es por eso que aunque tu jefe busque complacerte, solo logra hacerlo algunas veces, no todo el tiempo.
Por tanto hoy no vengo a darte respuestas. Más bien te dejo con preguntas ya que depende de ti averiguar que realmente te gustaría ver en tu jefe. Empieza por enumerar las cualidades que te gustan de tu jefe actual y de los que has tenido.
Y si insistes en mirar solo los defectos de tu jefe (y enumerarlos con tanta exactitud), acuérdate que tu tampoco eres el empleado perfecto.
Buena semana.