¿Cuándo de retos y problemas se trata, qué lleva a unos colegas a mantener la calma y a responder con cordura y a otros a entrar en pánico y a reaccionar irracionalmente?
¿Y porque saberlo es importarte?
Buscando entender qué se encuentra detrás de estos dos comportamientos opuestos, encontré que la mayor diferencia entre colegas es la cantidad de tiempo en el cual esperan alcanzar sus metas.
La colega que mantiene la calma y persiste a pesar de los retos que se presentan en su camino, trabaja dentro de un marco de tiempo mas largo que aquella que desiste o cambia de camino prematuramente. Es decir, la primera es visionaria y trabaja con el largo plazo en mente, mientras la segunda opera dentro de un marco de tiempo corto o mediano.
Diferente a lo que muchos creen, que perseguir el éxito rápido es señal de ambición, la realidad es otra. Sin duda que el sentido de urgencia es necesari o para el éxito laboral – pero no al punto que te lleve a insistir con tanta intensidad que terminas agotada y quemándote profesionalmente – antes de alcanzar tus metas. Sin duda que el esfuerzo es vanidad y los resultados que produces son sanidad. Ya que de poco sirve el afán si te lleva a creer que un reto es una crisis – y que un problema es el fin del mundo.
El riesgo más grande de trabajar con afán no es que terminaras cansada; es que por andar afanada termines acortando tus ambiciones para alcanzar tus metas más rápido. Es decir, aquellos que creen que tienen más tiempo para alcanzar sus metas, tienden a soñar más grande.
En cierta forma, esperar resultados a corto o mediano plazo es parecido a meterse dentro de una caja más pequeña que aquel que busca resultados a un plazo mas largo. Como tal, el que cree que cuenta con un espacio de tiempo más extenso, considera que tiene un campo de acción más amplio que aquel que busca la gratificación inmediata. Siendo que el impacto de un reto es proporcional al tamaño del campo de acción, un reto parecerá más grande dentro de un campo de acción más pequeño.
Es por eso que para tu colega que persigue el éxito inmediato, los retos que aparecen en su camino se sienten con mayor intensidad y gravedad, que para aquella que cree contar con más tiempo para sobresalir en su carrera. Con una visión más extensa, aquellos retos y fracasos se tornan en lecciones. Son esas lecciones las que te fortalecen a lo largo de tu carrera permitiéndote ser cada vez mejor en tu trabajo.
Entonces para unirte al club de aquellos visionarios que vez andando frescos como una lechuga:
- En vez de reducir tus ambiciones, date más tiempo para alcanzar tus metas.
- Si tiendes a afanarte, reduce tu velocidad – ya que sentirás que amplias tu campo de acción.
- Aprende a pensar en el bosque – no solo en el árbol que tienes enfrente.
- Recuerda que cada momento es parte de un todo más grande – y como tal es importante aprovecharlo. Pero a la vez es por eso que ese momento no es el fin del mundo – ni la píldora mágica.
- Saca la cabeza de la caja dentro de la que trabajas – veras un universo de opciones a tu alrededor.
Buena semana.