La realidad es que a tu jefe poco le importa a que hora te acuestas a dormir antes de una jornada de trabajo. Apuesto que tampoco considera que la rumba ni una vida social activa es inaceptable. Ni que tengas más de mil amigos en facebook y el mismo numero de seguidores en Twitter. Si tu jefe tiene metas claras, busca empleados funcionales – no que tomen te verde en vez de ron.
Mas que todo porque hay quienes logran funcionar a pesar de una aparente disfunción.
Si quieres saber si eres una de esas personas, pregunta si a pesar de tu estilo de vida:
¿Generas confianza? – cumplir con tu palabra, devolver llamadas y responder correos electrónicos en menos de 24 horas, y llegar a tiempo son formas fáciles para inspirar confianza en tu jefe, colegas y clientes. Así que sugiero que repienses tu estilo de vida si te torna incumplida. Si no, ¡que siga la marcha!
¿Produces resultados? – a la hora de una evaluación, tu estilo de vida poco importa, al menos de que impacte en tu habilidad de producir resultados, o generar valor para la empresa en que trabajas. Si saber esto te incomoda, te invito a que camines aunque sea un día en los zapatos de tu jefe.
¿Es sostenible? – acuérdate que tu vida laboral es larga, aun mas que la de tus padres y abuelos. Por tanto ¿por cuanto tiempo podrás mantener tu actual ritmo sin erosionar tu habilidad de generar resultados – y tu calidad de vida? Además te invito a pensar si tu desempeño mejoraría si tu estilo de vida cambiaria.
A la hora del té (o del ron), esto es lo que mas cuenta.
Gracias Clara Zamith por la foto