Si alguna vez has presenciado un arresto en tierra Estadounidense – sea en vivo o por tu plasma – habrás notado que al mismo tiempo que la figura de autoridad esposa al arrestado, le dice algo como: “Tienes derecho a permanecer en silencio. Todo lo que digas podrá y será utilizado en tu contra en la corte. Tienes derecho a un abogado y a que un abogado este presente durante el interrogatorio. Si no puedes pagar un abogado, uno te será asignado libre de costo.”
Esta serie de derechos, llamados Miranda Rights, básicamente dan el privilegio al arrestado a no auto incriminarse y a tener acceso a asesoria. La constitución Estadounidense respeta tanto estos derechos hasta el punto que si en el momento del arresto la figura de autoridad no le dice los Miranda Rights al arrestado, cualquier información que dé el arrestado no podrá ser utilizada en su contra – ya que la figura de autoridad violo la Constitución de ese país.
En el mundo del trabajo, tu y yo tenemos mucho que aprender de esa practica. Es decir, ¿como es posible que en uno de los países más estrictos en cuestión de leyes no sea un crimen asesorarse antes de responder, mientras que en el mundo laboral, a diario se ve a personas responder preguntas tan automáticamente como si fuera un crimen no hacerlo?
En vista de que la información es poder, sea que te encuentres en una entrevista de trabajo, en una negociación con un cliente o en una reunión con tu jefe y colegas, es esencial aprender a no responder roboticamente. Para ayudarte, a continuación comparto algunos tips que al poner en práctica te ayudaran a tornar la balanza de poder hacia tu lado – sin quedar mal o ser vista como antisocial:
- Una pregunta no es una orden. Siempre, sin importar quien te hace la pregunta (jefe, colega o cliente), tienes más opciones frente a esa pregunta que dar una respuesta. Entre esas opciones esta: hacerle el quite a la pregunta con otra pregunta (¿y que busca saber exactamente con esa pregunta?); no responder (decir abiertamente “su pregunta me incomoda por tanto escojo no responderla”); pedir mas claridad (¿por favor me aclara que quiere decir?).
- Un intercambio laboral es una conversación – no un interrogatorio. Aunque te hagan preguntas, cuando estas sentada frente a un potencial empleador, o a un potencial cliente o a tu jefe, el objetivo es conversar contigo. Y preguntar es una de las técnicas utilizadas para crear esa conversación. En ese orden de ideas, las conversaciones tienden a ser más constructivas cuando existe equilibrio entre sus participantes. Por tanto al responder con una pregunta para pedir mayor claridad, estas contribuyendo a ese equilibrio – y a la vez a la conversación. Ábrete a la posibilidad de que si pides una aclaración desencadenaras una conversación mas abierta – que aquella que es posible cuando la otra persona continua disparando preguntas en tu dirección.
- Las respuestas que das deben aportar a tu bienestar – no restarle. Al responder evita el auto saboteo. No divulgues información confidencial, o que te hace sentir incomoda o vulnerable. Es mejor quedarte en silencio que decir más de lo necesario. Responder a conveniencia no es malicioso o deshonesto. Es señal de que conoces tus límites y los respetas.
- El silencio no es incomodo – es estratégico. Aprende a soportar el silencio. Posiblemente te sientas incomoda las primeras veces – pero con la practica el silencio te dejara de incomodar.
Más que otra cosa, recuerda que escoger como respondes (o no) es tu derecho.
Buena semana.