¿Has trabajado con un jefe que es genuinamente amigable?; ¿qué te saluda con sinceridad todos los días?; ¿te pregunta ‘como estas’ – y escucha atentamente a tu respuesta?; ¿ofrece su apoyo cuando nota que la carga laboral está muy alta?; ¿procura darte retroalimentación constructiva cuando has cometido un error?; y ¿reconoce tus retos y celebra tus logros – con la misma emoción como si fueran propios?
Yo sí. Continue reading