Ambicioso – tal vez – pero no imposible la tarea de cambiarle el chip a aquellos empleados que se despiertan con el sentimiento: ¡ay que pereza, tengo que trabajar! para que en vez sientan: ¡que emoción, quiero trabajar!

Mas aun porque ya he presenciado la prendida de suiche en varios empleados. Es mas esta mañana recibí un mensaje por Skype de una de esas empleadas que hace unos meses no soportaba su trabajo – hizo unos cambios – y hoy escribió a contarme que esta feliz en su trabajo.  Cosa que tan solo hace uno meses parecía imposible por su estado tan miserable.

Entonces ¿que cambia en aquellos que pasan de arrastrar sus pies de lunes a viernes, a sentirse burbujeantes, como Alka-Seltzer?

No hay una formula. Ni una vara mágica. Ni proceso de hipnotización.

Mas que todo porque la lista de lo que emociona y apasiona es diferente para cada persona. Lo que es igual – y toma nota mental – es que todos tenemos una lista de aquellas cosas que nos motivan – y nos hacen sentir cosquillitas.

En esa lista esta tu respuesta.  Ya que con lista en mano puedes emprender el proceso de búsqueda.

Buena semana.