(Nota: No es la intención de este post crear sicorrigidos – aquellos seres robóticos, desalmados que silenciosamente habitan cubículos alrededor del mundo.)
Muéstrame a un profesional que no sigue ciertos patrones y que no trabaja con cierta estructura – y estarás viendo a un colega reactivo, que se desgasta ante tareas cotidianas.
Ahora piensa en aquella profesional metódica, disciplinada, que más que procesos y sistemas, practica a diario una serie de buenos hábitos. Estarás frente a una persona efectiva, que optimiza su tiempo – y que seguro goza su trabajo.
Para el coro de libre pensantes, que ha relegado la disciplina y lo buenos hábitos al dominio de los cuadriculados y siente que ambos atentan contra su libertad – los invito a que se acerquen mas.
Si observas mejor, ser metódico no espicha el alma – ni quita personalidad, originalidad, espontaneidad y creatividad. Todo lo contrario. Es gracias a ese dúo – la disciplina y los buenos hábitos – que muchos logran alcanzar sus metas y encontrar significado en sus vidas.
Sin perder su joie de vie.
Por si eres una de esas personas que hasta ahora haz mirado el tren pasar – sin siquiera mosquearte – primero, te invito a re considerar la definición del termino sacrificio. Posiblemente hasta ahora lo haz visto como una forma de autoflagelación que por supuesto debe ser evitada. En realidad, los ambiciosos sabemos que sacrificar es soltar algo bueno para conseguir algo mejor. En cierta forma, el sacrificio actúa como un puente – que nos lleva desde nuestro status quo hasta un estado mejor.
Por otro lado, en el día a día, Predictibilidad = Efectividad. Sin duda, ir al trabajo, día tras día, a reinventar la rueda y a apagar incendios, le roba tiempo a lo que es realmente importante. Para optimizar tu tiempo, es necesario tener sistemas y procesos que te ayuden a controlar aquellas minucias cotidianas que son inevitables. De esa forma es como, consistentemente, obtendrás resultados con el menor esfuerzo posible. Es cuando logras tornarte mas responsiva y menos reactiva ante situaciones, que le abres campo a todo aquello que es realmente importante (y divertido) – como planear, crear, innovar.
Aun cuando ser disciplinado y tener buenos hábitos da resultados, también es importante mantener cierto grado de flexibilidad. Por tanto, toma estos tips como una guía, no una prescripción. Es decir, esta bien salirse de la ralla – y hasta soltarse el pelo. Es lo que humanizara tú día a día y hará que un modus operandi metódico sea sostenible. Además, ser flexible y estar abierto a los cambios por lo general conlleva a mejoras en la forma como trabajas.
Si decides adoptar unos cuantos rituales que te lleven a ser más efectiva, sugiero que empieces por:
1. Entrar a trabajar a la misma hora todos los días. Para crear este habito, asegúrate de llegar a la misma hora que escojas, pase lo que pase; lluvia, sol o trancón. Aprovecho para acordarte que usar la excusa del trafico esta pasada de moda – ya que es fácil de manejar. Simplemente sal más temprano de tu casa. Si, eso posiblemente implicara espichar el botón de snooze una vez menos de lo que sueles hacer.
2. Enfocarse 3 horas seguidas, sin distracciones o interrupciones. Bloquea toda distracción, incluyendo facebook, twitter, correos electrónicos y llamadas. Y dedícate a aquellas tareas más importantes tan cuanto llegas a tu cubículo u oficina.
3. Empezar por las tareas más retantes. Esto puede ser porque son técnicamente difíciles – o porque las consideras aburridas. Todo aquello que sientas que pesa sobre ti, por el motivo que sea, sácalo de tu bandeja de tareas a primera hora en el día. Hacer esto te hará sentir más liviana el resto del día.
4. Hacer inventario de lo positivo. La mayoría enfrentamos problemas y retos en el trabajo. Tanto así, que a muchos nos contrataron precisamente para resolver problemas. Aun así, dentro de ese mar de problemas, hay rallos de resultados, avances y en general cosas buenas. Acepta lo bueno. Aprende a identificar – y a celebrar tus pequeñas victorias. Es recomendable, hacerlo todos los días, al final del día. Veras que se sentirá como un spritz refrescante.
Buena semana.