Como si vieran un bus viniendo a toda velocidad, se ve a algunos empleados hacerle el quite a los problemas que surgen durante su día laboral. Otros corren en la dirección contraria como si hubieran visto sangre. Y los mas elegantes le pasan problemas a sus colegas con la ligereza que se suelta una papa caliente.
A simple viste parecerían ser estas prácticas de supervivencia profesional, guiadas por el sentido común. Es aquel sentido común que lleva a muchos empleados a creer que el que menos problemas enfrenta, mejor día pasa.
Pero solo es necesario pasar unas horas en una empresa, para saber que la realidad es otra. Que en todo ámbito laboral se presentan problemas – y a diario. Entonces, viene al caso preguntar a los miembros del club (ni tan exclusivo) de evasores de problemas: ¿hacia donde creen ellos que se van esos problemas no resueltos? ¿Acaso creen que van al mismo universo paralelo donde están las llaves, gafas y monedas perdidas?
El memo que no ha leído el club de evasores es que cuando de problemas se trata, mas es menos. Saber resolver problemas no es lujo, si no una necesidad en el ámbito laboral.
Así es que si eres uno de esos empleados que consideras que un problema es un dolor de cabeza, o el resultado de tu mala Karma, te invito a jugar en las grandes ligas con aquellos profesionales que saben que los problemas son parte cotidiana de una vida laboral sana. Aparte de que una carrera sin problemas no existe, seria una maldición, y no una bendición, no enfrentarse con problemas. Mas que todo porque la mejor forma de aprender a resolver problemas es en la practica.
Aquí te doy unas cuantas pistas:
- Responsabilizarse por la solución no es lo mismo que aceptar culpa por la causa. Por empezar, el camino de causalidad de un problema rara vez apunta directo a una sola persona. Siendo que la gran mayoría de empresas están sistematizadas y sus culturas fomentan el trabajo en equipo, usualmente los problemas son causados por fallas en sistemas y procesos – y por más de una persona. Además de esto, la teoría de liderazgo, la cual es cada vez mas practicada por jefes, recalca lo poco útil que es asignar culpa. Cada vez mas jefes saben que lo mas importante cuando un problema se presenta es resolverlo y luego aprender de la situación para no volverla a repetir. Así que aunque tengas la culpa, es más recomendable buscar soluciones ya que en la mente de tu jefe será más importante que resuelvas el problema, y no que seas un empleado libre de errores.
- Asignar culpa no es lo mismo que solucionar un problema. Apuntar el dedo a ti mismo, o a un colega, o en otra dirección, no es suficiente para resolver el problema. La principal función de entender la causa de un problema es prevenirlo en el futuro – mas poco resuelve en el presente.
- Prevenir no es lo mismo que no tomar riesgos. Bien lo saben las empresas de seguro de salud – que la cura mas barata de una enfermedad es su prevención. Transfiriendo ese modelo al ámbito laboral nos enseña que la prevención de problemas requiere de un íntimo conocimiento de su causa, para luego actuar en formas que no conlleven al problema. Es trabajar de atrás para adelante. Algo que es diferente a no tomar riesgos. Es decir, en el mundo del trabajo es posible ser arriesgado y preventivo al mismo tiempo. Más que todo porque quedarse paralizado, sin tomar riesgos, además de no garantizar una vida laboral libre de problemas, ocasiona un costo de oportunidad. La suma de esas oportunidades perdidas en si es un problema.
La mejor noticia es que cuando aprendes a resolver problemas, resulta más fácil (y divertido) resolver que evadir. E infinitamente más librante. Al fin del día, entre más problemas resuelves, mas crece tu cuenta de soluciones.