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La frase más difícil y necesaria (que no debe ser confundida con nariz)

Sospecho que, al igual que yo, tu también haz escuchado a un compañero de trabajo, o mismo a un jefe responder alguna de estas frases (o similares versiones): “si claro”, “no te/se preocupe”, o “tranquilo – yo se lo resuelvo” frente a algo desconocido, sea esto una petición de un cliente, una pregunta o una tarea asignada.  En vez de admitir desconocimiento, y decir “no se”, a menudo oímos a profesionales presentar interpretaciones improvisadas de la realidad – lo cual conlleva a resultados equivocados o inferiores a los esperados.

Entonces, ¿que hay detrás de un comportamiento que atenta contra la productividad de cualquier organización? ¿Y cómo logramos un cambio?

En un mundo laboral donde la información es poder y el poder se asocia con la felicidad, decir en voz alta “no se” sin duda que se presenta como una amenaza al éxito de cualquier profesional.  Sin embargo si le acercas la lupa a esa frase de cuatro letras (que no debe ser confundida con nariz), te darás cuenta que admitir desconocimiento o falta de información actúa como un puente – no una brecha – hacia la información, y como tal al poder y al fin del día a tu felicidad.

Te muestro como:

1. Admitir que no sabes algo incrementa tu probabilidad de aprenderlo.  Es decir, cuando reconoces que no tienes algún tipo de información y como consecuencia procedes a buscarla, incrementas tu chance de encontrarla y como tal de saber mas.  Lo cual resulta en más poder.  Por el contrario, si no admites que no sabes, arriesgas perder la oportunidad de aprender más – e incrementar tu poder.

2. Hay maneras constructivas de admitir desconocimiento – que no atentan contra tu reputación como profesional.  Existe un mundo de diferencia entre decir “no se y lo voy a averiguar” y decir “No se.” (punto final).  El primero marca el principio de un proceso de aprendizaje y mejora personal – y como tal es evidencia de un profesional comprometido con la excelencia. El ultimo marca un fin – y es el reflejo de un profesional reactivo (y quien quiere eso?).

3. Admitir que existe una brecha en tu conocimiento es señal de humildad y requiere de coraje.  Siendo que esto te marca como un líder, dicha practica te ayudara a conectar con mas personas, lo cual al fin del día te da mas poder.

Ahora mismo intenta admitir que no sabes algo – y cuéntame que descubres.

Buena semana.

La materia que prima

Nota: Las siguientes historias, aunque son ficticias, están basadas en hechos reales de mi propia vida laboral.

Un día martes común y corriente, dos empleados con perfiles muy similares en cuanto a su cargo actual y sus responsabilidades personales,  por restructuración corporativa, son despedidos de sus trabajos.  Es decir, ambos trabajaron largas horas durante años para llegar a los puestos gerenciales donde se encontraban ese martes.  Ambos son cabeza de familia y como tal son responsables por cubrir la gran mayoría de los gastos de sus parejos e hijos.

En medio de sus similitudes, existe una gran diferencia entre estos dos profesionales.  Y es ¿que hicieron esa tarde para procesar la noticia?

Ella se sentó en la banca de un parque, con una copia de su hoja de vida en mano sobre la cual empezó a tomar notas y a hacer una lista de todo lo aprendido en su cargo mas reciente – el cual ocupó hasta esa mañana soleada.

Completada su tarea, llegó a casa a revisar la base de datos en su iPhone con el objetivo de identificar a 10 personas que podría llamar la mañana siguiente para explorar nuevas oportunidades de empleo y/o de negocio.  Con mente mas clara, llamó a su parejo al cuarto y le dio la noticia del despedido. Seguidamente compartió con el su plan de acción el cual incluyo invertir la liquidación que recibiría para cubrir parte de los gastos de la casa con el menor impacto a los ahorros que algún día pagarían por la educación de sus hijos gemelos.

A una manzana de estos hechos, se encontraba el otro profesional sentado en la barra del bar de uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad tomando el mejor whisky de la carta.  Aun no sabia cual era su plan, por ahora solo sabia que necesitaba relajarse antes de llegar a casa a contarle a su pareja la noticia.  Para enfrentar esa situación había empezado a repasar un guión en su mente el cual incluía contarle a su esposa lo injusta que había sido su jefe, y que seguro lo despidió por feminista.  Le aseguraría que había suficiente evidencia para ganar una demanda contra la empresa por despido “sin justa causa” y así demostrarles quien era el hombre de verdad.  Decidió llamar a su amigo el abogado.

Lo más importante de estas dos respuestas a una misma situación es entender ¿por qué? cada uno respondió a su manera.  Es decir, ¿cual es la causa de nuestras decisiones y reacciones?  ¿Y porque es tan importante conocerla?

Nuestra filosofía profesional es el ADN de nuestras decisiones y reacciones, desde las más cotidianas como las de mayor trascendencia en nuestra vida laboral.  Es importante ya que nos da pistas sustanciales acerca de nuestra calidad de vida.  Es decir, lo que decidimos y como reaccionamos frente a cada situación, determina los resultados que obtenemos.  Es la suma de esos resultados que obtenemos momento a momento, que determina la calidad de vida que alcanzamos.  Siendo así, si buscamos cambiar nuestra calidad de vida lo más efectivo es cambiar nuestra filosofía profesional (no el restaurante donde almorzamos).

Puesto de otra manera, nuestra filosofía profesional es el lente por medio el cual miramos al mundo a nuestro alrededor.  Como tal es el motor de nuestras decisiones y reacciones.  Estas a su vez determinan los resultados alcanzados, que como piezas en un rompecabezas, forman nuestra calidad de vida.

La materia prima de este lente, es decir de nuestra filosofía profesional, es el poder o la victimización.  Usando como referencia la situación anteriormente descrita, aunque parecería que el profesional armado de un abogado tiene mas poder que la profesional que solo tiene su hoja de vida y su iPhone, la realidad es lo opuesto.  Al sentirse agredido (y victimizado) por la situación, el profesional buscó justicia antes de buscar soluciones reales.  En cambio, la profesional nunca soltó el poder y fue precisamente desde su posición de poder que tuvo la claridad mental para rápidamente buscar soluciones y no perder tiempo apuntando dedos.

Cosa que nos lleva a preguntar ¿tenemos la posibilidad de escoger como miramos el mundo a nuestro alrededor; desde la silla del poder o desde la perspectiva de victimas?

Claro que si.

En la gran mayoría de los casos, la perspectiva actual de una persona, es decir el lente por medio el cual mira el mundo, fue aprendida durante la infancia de adultos y en general de figuras de autoridad a su alrededor.  De muchas formas, de niños, todos compramos el lente de poder o de victima del adulto que mayor poder de influencia ejerce sobre nosotros. Como tal, así como aprendimos lo uno o lo otro, es posible desaprender y luego aprender algo diferente.

El proceso de cambio empieza por identificar cual de los dos lentes adquiriste/compraste durante tu niñez.  Una de las pistas mas dicientes es si ante situaciones que te hacen sentir retada, como cuando el costo de un proyecto es más alto que lo presupuestado, tu respuesta automática es buscar a quien culpar o en vez tomas responsabilidad y te enfocas en encontrar soluciones.  Otra pista reveladora es si frente a situaciones para las cuales no conoces su causa, como cuando un cliente no regresa tu llamada durante toda una semana, automáticamente tiendes a ser pesimista y piensas en el peor escenario o si en vez tiendes a ser optimista y das el beneficio de la duda.

El camino hacia cambiar el lente por medio el cual miras el mundo y como tal cambiar como respondes ante situaciones y como consecuencia cambiar tu actual calidad de vida, continua con la observación consciente, momento a momento, de tu toma de decisiones y de tus reacciones.  ¿Lo haces desde la silla del poder – y sientes que influyes sobre situaciones – y como tal propones soluciones y das el beneficio de la duda? ¿O en vez te sientes victima – y que situaciones ocurren sobre ti – y como tal buscas apuntar dedos y eres pesimista y piensas en el peor de los casos?

¿Cómo prefieres sentirte?

Buena semana.

Adivina: ¿Qué es lo que no te pueden dar y tampoco quitar?

(Pista – empieza con P*)

Bienvenidos al ámbito laboral del Siglo 21, donde el poder esta al alcance de todos, tanto de los tacones como de las corbatas.  Es decir, gracias a los esfuerzos de generaciones anteriores, tanto de mujeres como de hombres, es posible que todo profesional adquiera poder demostrando competencias, experiencia, educación y fortalezas.

Marissa Mayer, Vicepresidente en Google de la División de Servicios de Localización y Mapas, expresa bien esta realidad.  En una entrevista llevada acabo por el canal de noticias CNN, como parte del segmento Leading Women, contó que cuando le preguntan: “¿Que se siente ser una mujer en Google.”  Su respuesta es: “Yo no soy una mujer en Google. Yo soy un geek en Google.”

Posiblemente, pensarás que al hablar de mi propia experiencia laboral he sido privilegiada y al igual que Marissa soy la excepción y no la norma.  Aun así comparto algunas estadísticas de mi propia carrera: Solo he tenido un hombre jefe vs. 12 jefes mujer; he trabajado de la mano de una mujer CEO; he sido (y soy) jefe de hombres; me siento en una junta directiva; y he trabajado en equipos compuestos de mas mujeres que hombres.

¿Entonces, si el poder es para todos tomar, porque algunos lo toman – y otros, tanto mujeres como hombres, tan solo lo ven pasar?

Si aplanar el terreno de juego y romper el techo de cristal es lo que buscamos, en un mundo donde hay mas mujeres empleadas que hombres y más mujeres graduadas de universidades que hombres, es necesario evolucionar de la conversación acerca de desigualdad entre géneros. En un mundo laboral donde hay mujeres que son Presidente de naciones, de empresas y fundaciones, Primeras Ministro, Camioneras, Doctoras, Boxeadoras y Futbolistas es considerablemente más relevante e útil una conversación en torno a diferencias entre individuos.  Dicho cambio es crucial para lograr que tanto mujeres como hombres accedan el poder.

Mas aun, evolucionar la conversión es quizás la mayor celebración de los logros de las generaciones anteriores.  Para alcanzar lo propuesto es necesario tornar la mirada hacia nuestro interior, escuchar bien esa vocecita interna e identificar las creencias y comportamientos que impulsan a algunos individuos hacia al poder – y que frenan a otros.  Sin duda hay comportamientos y creencias que caracterizan a los géneros, eso es difícil negarlo.  Sin embargo la victoria se encuentra dentro de cada individuo, no afuera.

Continuar buscando respuestas y soluciones afuera de nosotros mismos, seguir  peleando el sistema y culpando a un género o a otro, es muy parecido a la persona (hombre o mujer) que acude a cirugía plástica para sentirse mejor por dentro.  Al igual que la tarea de esas personas es entender que la felicidad viene de adentro y no del mundo exterior, como profesionales nuestra tarea es parecida.  Ha llegado el momento de entender que el poder se genera en nuestro interior. Como tal no es posible que nos lo den, ni que nos lo quiten.  Esta en nuestras manos tomarlo o verlo pasar.

Entonces, ¿que requiere tomarse el poder, uses falda o pantalon?  Algunos de los puntos los aprendí la semana pasada durante el Foro: El Poder de los Tacones en el Siglo 21:

  1. Creer – Para llegar al poder, es necesario, tanto para mujeres como hombres, sentir auto confianza; creer que lo puedes alcanzar.  Es la semilla de las competencias, experiencia y conocimiento requeridos para cargos de poder.  Si desde el principio de tu carrera crees que jamás llegaras al poder, tenderas a hacerle el quite o a no buscar las oportunidades que te dan las herramientas requeridas.
  1. Herramientas – Aunque es imprescindible saber colaborar con colegas y trabajar en equipo, en la silla del poder es necesario tener competencias, y conocimiento.  Para eso no hay atajos. Solo un compromiso con el aprendizaje continuo te dará lo que se requiere para quedarse en la silla del poder.
  1. Arriesgarse – Tomar riesgos y ser optimista están directamente relacionados.  Es decir, aquellos profesionales que adelantan una situación y logran ver éxito y resultados positivos, tienden a tomar más riesgos que los que adelantan la película y ven un desmejoramiento de su situación actual.  Entonces en su esencia, personas arriesgadas tienen una habilidad de ver posible lo que otros no. Si consideras que debes mejorar tu coeficiente de riesgo, primero revisa tu optimismo.
  1. Negociar – Me es difícil aceptar que la causa por la cual estadísticamente el género femenino gana menos que el masculino es el machismo.  Luego de presenciar un sin numero de entrevistas, sospecho que la causa reside en el hecho que las mujeres no negocian tanto como los hombres.  Aun cuando existe tanta información acerca de esto, ¿porque continúan las mujeres conformándose con la primera oferta – o pidiendo un menor sueldo que sus colegas masculinos?  Posiblemente porque no creen tanto en ellas mismas como sus colegas masculinos, y como tal no consideran que deben ganar más. Algo que esta lejos de discriminación.
  1. Excelencia – Existe una relación directa entre la excelencia y la grandeza.   Como tal un compromiso con la mejora continua y la atención a los detalles es el camino a ambas.  Para alcanzar el poder no es necesario ser perfecto y libre de errores.
  1. Redes – Eres tan fuerte como tu contacto mas débil.  así que procura rodearte de personas mas inteligentes que tu.  Y no esperes a que necesites a alguien para acercártele.  Continuamente construye puentes, y procura mantener las relaciones vivas.  En muchas ocasiones solo toma enviar un “hola” por Whatsapp.
  1. Influencia – Es conocido que es preferible ser respetado que temido por colegas y aquellos que se reportan a ti.  Ser respetado cambia mentes, inspira y motiva.  En cambio el miedo manipula y crea seguidores dependientes y sumisos con poco poder para tomar decisiones y resolver problemas. Obtendrás el respeto de tus colegas teniendo tus propias opiniones sobre situaciones y proponiéndolas, no imponiéndolas.  Eso requiere una habilidad para comunicarte bien, de forma asertiva – no agresiva.
  1. Inteligencia Financiera – Los cargos de poder usualmente requieren de inteligencia emocional y financiera.  Desde el comienzo en tu carrera procura entender que significan los números en tu industria, tu empresa y departamento.
  1. Solucionar – Encontrar soluciones empieza con la creencia de que todo, por muy retante que aparente ser, es solucionable.  Esta bien tener malos días, y sentir la necesidad de desahogarse.  Aun así, el tema prevalente en tu carrera debe estar enfocado en tomar responsabilidad por tus resultados y en encontrar soluciones – lo cual esta lejos de echarle la culpa a otros y quejarse.
  1. Apoyo – El trabajo en equipo empieza en casa.  Procura compartir con una persona que apoye tus metas laborales – y que no se sienta amenazado por tu éxito.

Buena semana.

 

*Nota: No soy feminista.  Al no serlo tampoco soy machista.  ¿Como puedo serlo si no creo en la desigualdad entre los géneros?  Soy individualista – creo en las diferencias entre individuos.