Probablemente haz escuchado la frase de Woody Allen: “80% del éxito es aparecer”.
Aunque considero a Woody Allen uno de los genios del siglo 20, debo corregirlo y decir que, más que aparecer:
Quedarse1 es 80% del éxito.
Lo se porque lo he vivido, mas de una vez, en mi vida laboral.
El mejor ejemplo es la publicación de mi libro: ¡desArréglate!, el cual encontraras en librerías a fin de este año.2
Lo que quizás pocos saben es que ¡desArréglate! empezó como una pantalla en blanco en mi Mac, el lunes 4 de febrero del 2008, en mi apartamento en Sidney, Australia. Ese lunes, a las 8am, empezó un proceso que duraría más de cuatro de años.
Si me hubiera rendido, después de pasar 14 meses escribiendo el manuscrito y en mayo del 2009 una casa editorial en EEUU lo rechazo (con la explicación de que era la plena crisis financiera), jamás hubiera buscado océanos azules en Colombia.
Es decir, decidí perseverar. Y a pesar de que escribí el manuscrito en ingles, procedí a buscar una casa editorial en Colombia. Luego de que tres casas editoriales lo rechazaron (tengo la gran sospecha que fue porque estaba escrito en ingles – y como tal no lo leyeron), Random House Mondadori acepto mi (indecente) propuesta de traducirlo y publicarlo.
En resumen, ¿sabes que hubiera pasado si me hubiera rendido en el 2009 – al primer rechazo? (Tambores de suspenso, por favor)
Nada.
Es decir, el manuscrito de mi libro ¡desArréglate! se hubiera quedado archivado en el disco duro de mi Mac. Fin (trágico) de la historia.
Entonces ¿que saben los que perseveran – que no saben los que se rinden?
- Tienen metas emocionantes. Más que metas claras, para mantener la motivación a largo plazo, es importante trabajar hacia metas que te hacen sentir cosquillas de emoción. Con una barita mágica en mano, piensa: ¿Qué es lo más grande que quieres alcanzar? Guíate por tus ambiciones, deja tus miedos a un lado.
- Confían en los procesos. La realidad es que los resultados tienden a darse en un tiempo diferente al que uno espera. Entonces no confundas un tiempo de espera mas largo con el fracaso. Simplemente aprende a manejar tus expectativas – adapta tu horizonte de tiempo a la realidad.
- Escuchan un “no por ahora” – en vez de un “no final”. Para llegar a un “si”, muchas veces es necesario escuchar varios “no”. Bajo esa óptica, cada “no” que escuchas te acerca mas al “si” que buscas. Así es que no te rindas al primer “no” – ni al segundo, tercero, cuarto… Persevera hasta que escuches un “si”.
- Saben que hay más de una manera para conseguir resultados. Lo que muchos llaman fracaso, es simplemente una retroalimentación saludable – que sugiere un cambio en estrategia. Si al primer intento no consigues lo que buscas, simplemente cambia tu estrategia. Si lo mismo pasa con la nueva estrategia…cámbiala hasta dar con la estrategia que funciona.
- No cuentan intentos – se enfocan en resultados. Eso es lo que cuenta. ¿Y que si te tomo 10 intentos para alcanzar lo que conseguías? La legenda va que a Thomas Alva Edison le tomo 10,000 intentos para mejorar el bombillo, y como consecuencia hacer masivo el acceso a la luz eléctrica. Deja eso hacer eco en tu mente.
- Celebran pequeñas victorias y avances. En vez de esperar al premio mayor para reconocer tus esfuerzos, (y botar la casa por la ventana), reconoce cada vez que te acerques, aunque sea mínimamente, a tu meta final. Sin duda que esos pequeños pasitos de progreso ameritan una celebración. Son esas pequeñas (y privadas) celebraciones que te llenan con la adrenalina que necesitas para seguir perseverando, y buscando mas opciones.
- Perseverar no duele. Aunque en muchos círculos la perseverancia esta asociada con esfuerzo e incomodidad, la realidad es otra. Considera que pierdes si te rindes – y que ganas si perseveras. ¿Capish?
1. Y no me refiero a los raspa rumbas.
2. Publicado por Random House Mondadori – bajo el sello Grijalbo.
¿Te gusta la imagen? Es el simbolo de perseverar en Mandarin. El primer carácter significa fortaleza. El segundo fuerza y poder.