Parecería que la frase “información es poder” es un trabajo en curso.
Por un lado es la información correcta la que conlleva al poder siendo que es poco útil surtirse de información incorrecta. Por otro lado la información correcta utilizada de forma incorrecta, aparte de ser contraproducente, puede ser destructivo.
Así las cosas, propongo completar la frase de la siguiente manera:
“la información correcta utilizada de forma correcta es poder”
Entendí esto luego de varios intercambios de trabajo con profesionales graduados de programas de maestría. En repetidas ocasiones durante mi día a día, me he encontrado con profesionales sumamente bien informados – lo cual es evidente por su elocuente expresión dotada de términos de negocio encontrados en casos del Harvard Business School – que a la vez parecen autómatas por su repetición mecánica de dicha información. Lo mas diciente es su lenguaje corporal de colegial bien comportado. Con postura exageradamente erguida proceden a expresarse con términos sacados directamente, sin digerir, de un texto universitario. Lo cual hace evidente que su aprendizaje paró en la memorización de la información – y que poco la cuestionaron y analizaron.
Al parecer pocos graduados saben que la falta de apropiación del material aprendido resta – no suma a su poder. Si observas bien, los profesionales más respetados (y muchas veces mejor remunerados) son aquellos con criterio propio, habilidad de proponer soluciones reales y sostenibles y capacidad para innovar. Esto es algo que no se aprende en un programa de maestría. Es producto de una mente y un corazón humano – y precisamente lo que nos diferencia de una maquina, que no tiene voluntad propia y hace lo que un humano la programa para hacer.
Buscando soluciones, me fui tras la causa de este comportamiento insípido e inhumano. Sospecho que es la creencia de que el material aprendido en el programa de maestría es la verdad absoluta y como tal traerá poder al profesional que mejor lo repite. Al fin del día el común denominador opera bajo la creencia de que información es poder.
Sin duda esto hace un llamado a los programas de maestría a que incluyan cursos en humanización (lo cual no debe confundirse con las humanidades).
¿Entonces como profesional, como adquieres sentido humano?
1. La maestría es una un pieza de muchas. En el rompecabezas que es tu vida laboral, la información que adquieres en un programa de maestría es parte de tu caja de herramientas como profesional; no es tu barita mágica. Mas aun si “comes entero” y simplemente repites la información sin discernir cuando es correcto utilizarla y cuando no. ¿Como sabes eso? Usa tu mente y tu corazón para decidir.*
2. Eres un ser humano – trabajando con otros seres humanos. Como ser humano estas dotada de razón y corazón. Para obtener resultados sostenibles, atrévete a decidir con ambos. Una escena en la película People Like Us es una representación acertada de lo anterior. En una escena cargada de emociones, muestra a una mujer hablando por celular con una representante de servicio al cliente de una aerolínea, tratando de cambiar un vuelo para que tanto ella como su pareja lleguen a tiempo al funeral de su suegro. La mujer, al encontrarse que la representante de servicio al cliente le repite roboticamente la póliza de cambios, la mujer le grita – “¡estas hablando con un ser humano…compórtate como uno tu también!” Ante ese llamado la representante de la aerolínea escucha las necesidades de la mujer y eventualmente cambia el vuelo. Es decir consigue resultados.
3. Ser mas humana te suma – no te resta como profesional. Líder es la profesional con pasión, iniciativa, habilidad de escuchar (no solo oír) a los demás, con criterio propio, visión para tomar decisiones sostenibles y la habilidad de primero relacionarse para luego influenciar a los demás. Todo lo anterior es dominio de seres humanos – si no ya hubieran reemplazado a la Presidente o CEO donde trabajas por un computador.
Buena semana.
*Según un estudio hecho por FORBES en el 2002 de 440 CEOs de las empresas en el Fortune 500 en Estados Unidos, 38% tenían un diploma de maestría (MBA). Y los 163 que no tenían un MBA (u otro diploma avanzado), obtuvieron mejores resultados que aquellos que si.
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