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Menos es más

Ese fue mi mantra para esta semana laboral que pasó.  Como tal me puse el reto de producir un mayor numero de resultados en un menor tiempo del que suelo tomar.

Aunque estoy lejos de llegar al nivel que propone Tim Ferris en su libro La Semana Laboral de 4 horas (The 4-hour Work Week), sin duda mejoré mi rendimiento de forma significante.

¿Como lo logré?

  1. Identifiqué lo de mayor impacto – Desde el domingo – es decir antes de que mi semana laboral iniciara – identifiqué las actividades que producirían el mayor impacto en mi departamento – y como consecuencia en la organización en la cual trabajo.  Desde el lunes a las 8 de la mañana y cero segundos procedí a desempeñarlas con el enfoque de un láser.
  1. Identifiqué lo de menor impacto – Al igual que enfocarse en lo prioritario produce resultados, eliminar lo innecesario crea tiempo para lo importante.  Si no es posible eliminarlo por completo, reducir su frecuencia es esencial en el camino a la mayor efectividad. Como por ejemplo, responder correos electrónicos frecuentemente durante todo el día, es innecesario.  Es considerablemente más efectivo responderlos 2 veces al día – a las 12 del día y a las 4 de la tarde.
  1. Tres Horas Productivas – Todos los días, de 8am a 11am, trabajé en lo más importante, sin interrupciones y sin parar ni a tomar agua. Tampoco conteste llamadas ni correos electrónicos.
  1. Minimicé interrupciones – Esto es más difícil de lograr cuando se trabaja en las oficinas modernas de espacios abiertos. Aun así, hay formas de lograr que, por ejemplo, el colega charlatán pare de venir a tu cubículo o estación de trabajo a perder tu tiempo (que luego repones quedándote hasta más tarde en la oficina).  Por ejemplo, cuando le ves venir, finge una llamada telefónica. Y con la mano indícale que le hablarás luego.  Te aseguro que si paras de ser su fuente de desahogo, buscará a otro colega para perder su tiempo. En cuanto a contestar llamadas, resulta más efectivo dejarlas ir a buzón e inmediatamente escuchar el mensaje para luego canalizar la necesidad del que llama.  Esto en vista de que muchas veces es otro departamento el que puede resolver la situación.  Cuando ese es el caso, enviar un correo electrónico al departamento responsable por resolver dicha situación, explicando quien llamo, la hora y el día, sus datos de contacto, y que necesitan, torna más eficiente.

En vista de que un equipo de vendedores y otro de servicio al cliente se reporta a mi, mi mayor preocupación al hacerme menos disponible era el manejo de emergencias.  Para mi sorpresa (y satisfacción) descubrí que al hacerme menos accesible, más recursivo se tornaron ambos equipos. Es decir, al quitarme de su camino, pararon de apoyarse en mí – y empezaron a confiar en ellos mismos y en el resto del equipo para resolver problemas. Sin duda un excelente ejercicio de empoderamiento.

Si pones en práctica lo que anteriormente describo, quizás, al igual que yo, verifiques que no eres indispensable para resolver el mayor número de situaciones en el día a día de una organización.  Eso sin duda jugará a tu favor ya que te darás a conocer como aquella profesional que realmente aporta al balance final – y no solo hace acto de presencia y resuelve aquello que realmente no contribuye.

Buena semana.

El Costo (ni tan) Escondido

Pocas expresiones me incomodan tanto como la comúnmente usada: “Soñar no cuesta nada.”

Por empezar, son pocas las expresiones que están tan lejanas a la realidad y son pocas las que engañan tanto a tantas personas.  Esa frase por si sola ha popularizado la creencia que esta bien soñar y proceder a hacer absolutamente nada al respecto – ya que hacerlo no cuesta nada. 

Si eres una de las que crees en lo anterior – que soñar no cuesta nada –  te invito a que pienses en el costo de oportunidad que incurrimos todos cada vez que soñamos y decidimos hacer nada para alcanzar nuestros sueños.  El costo de oportunidad es un término de la ciencia de Economía que calcula la ganancia que se sacrifica al escoger hacer una cosa en vez de otra.  Aun cuando es difícil calcular con absoluta precisión que se hubiera ganado, el costo de oportunidad es aceptado como un costo real y es comúnmente considerado en decisiones de negocio. 

En el caso de tus sueños, se refiere a todo aquello que dejas de ganar materialmente y demás, por escoger, por ejemplo, ver horas de televisión o chatear con amigas, en vez de enfocarte y trabajar en función de tus sueños. 

Piensa en lo siguiente:

¿Qué hubiera dejado de ganar Shakira Isabel Mebarak Ripoll si hubiera pasado noches enteras chismoseando con sus amiguitas, en vez de estar en un estudio grabando aquel primer álbum que la ayudo a salir de Barranquilla donde cantaba con las bandas locales?  ¿Qué hubiera dejado de ganar Juan Manuel Santos si hubiera pasado fines de semana enteros viendo televisión, en vez de desarrollar una hoja de vida que le permitiera salir del negocio de su familia y entrar al ámbito político?  ¿Que hubiera dejado de ganar Fernando Botero si se hubiera quedado en Bogota, cómodamente haciendo tertulia con sus amigos, en vez de arriesgarse e irse a vivir a Barcelona y luego a Madrid?

Entonces: ¿Qué toma alcanzar tus sueños? 

Mientras lees la siguiente lista de tips, te invito a pensar en los más de 5,000 atletas que en pocos días estarán compitiendo en los Trigésimos Juegos Olímpicos y en los Dieciseisavo Juegos Paralimpicos durante el verano norteño en Londres.  Cada una de esas más de 5,000 personas es evidencia que los sueños si se hacen realidad.  

Tips alcanzasueños:

Claridad – Para alcanzar tus sueños, primero debes perseguirlos.  Aun así, antes de salir corriendo en la dirección de tus sueños, pausa.  Y pregúntate: ¿están mis sueños en línea con:  

  • ·         Lo que es importante para mi, con mis valores;
  • ·         Lo que me gusta; mi pasión;
  • ·         Lo que hago mejor que muchos; mi talento?

La probabilidad de alcanzar tus sueños jugara a tu favor cuando tus metas están en línea con tus valores, tu pasión y tu talento.

Acción – Es cierto lo que canta Lou Reed: “Between thought and expression, lies a lifetime.” (Eso quiere decir que: Una vida separa el pensamiento de la acción).  Es decir, cuando sabes para donde quieres ir, es imprescindible tomar acción.  Para llegar a tus metas, solo es necesario que progreses un poquito todos los días.  Será la suma de esos nanoavances (diarios) los que te llevaran a tu sima.  Acuérdate que un cohete gasta la mayor cantidad de gasolina durante el despegue – luego anda más que todo por inercia.  Así que procura ser perseverante en la etapa inicial de tu camino ya que en poco tiempo empezaras a sentir el fluir de tus acciones.

Practica – En la gran mayoría de los casos, alcanzar sueños requerirá un grado de diferenciación y que seas mejor que muchos en lo que haces.  Sueñes con ser un actor, un escritor “best seller”, un líder empresarial, un profesor, un atleta elite o un músico; ser mejor que las masas requiere práctica continua.  La estadística mas reciente dice que toma practicar 10,000 horas para llegar a ser de clase mundial. Practicar ese número de horas implica dejar de hacer otras actividades.  Mientras sacas tus propios cálculos, te recuerdo que cuando se trabaja en función de tus sueños, la definición de sacrificio cambia.  Con el costo de oportunidad en mente, el sacrificio real es dejar de hacer algo en función de tus sueños – no lo contrario.

Perseverancia – Ser terco paga solo si tu temple de personalidad viene respaldado por un plan claro.  Con claridad de objetivos será más fácil no rendirse jamás ante retos.  Jamás.  En vez aprende a encontrar las lecciones que dejan los momentos difíciles – y crece gracias a ellas.

Responsabilidad – No dudes por un nanosegundo que, aunque hay personas que están dispuestas a aconsejarte y hasta apoyarte en el camino a tus sueños, tú eres la persona más interesada en que tú alcances tus sueños.  Por tanto, no esperes a que otros tomen acción, asuman riesgos y practiquen por ti.  Es decir, responsabilízate por hacer tus tareas.

Riesgos – Para aquellos que se auto tildan conservadores en cuestión de riesgos, les recuerdo que el riesgo mayor es no tomar riesgos.  Mas aun cuando piensas en el costo de oportunidad que representa la inactividad y el parálisis por sobre análisis.

Buena semana.