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La materia que prima

Nota: Las siguientes historias, aunque son ficticias, están basadas en hechos reales de mi propia vida laboral.

Un día martes común y corriente, dos empleados con perfiles muy similares en cuanto a su cargo actual y sus responsabilidades personales,  por restructuración corporativa, son despedidos de sus trabajos.  Es decir, ambos trabajaron largas horas durante años para llegar a los puestos gerenciales donde se encontraban ese martes.  Ambos son cabeza de familia y como tal son responsables por cubrir la gran mayoría de los gastos de sus parejos e hijos.

En medio de sus similitudes, existe una gran diferencia entre estos dos profesionales.  Y es ¿que hicieron esa tarde para procesar la noticia?

Ella se sentó en la banca de un parque, con una copia de su hoja de vida en mano sobre la cual empezó a tomar notas y a hacer una lista de todo lo aprendido en su cargo mas reciente – el cual ocupó hasta esa mañana soleada.

Completada su tarea, llegó a casa a revisar la base de datos en su iPhone con el objetivo de identificar a 10 personas que podría llamar la mañana siguiente para explorar nuevas oportunidades de empleo y/o de negocio.  Con mente mas clara, llamó a su parejo al cuarto y le dio la noticia del despedido. Seguidamente compartió con el su plan de acción el cual incluyo invertir la liquidación que recibiría para cubrir parte de los gastos de la casa con el menor impacto a los ahorros que algún día pagarían por la educación de sus hijos gemelos.

A una manzana de estos hechos, se encontraba el otro profesional sentado en la barra del bar de uno de los restaurantes más lujosos de la ciudad tomando el mejor whisky de la carta.  Aun no sabia cual era su plan, por ahora solo sabia que necesitaba relajarse antes de llegar a casa a contarle a su pareja la noticia.  Para enfrentar esa situación había empezado a repasar un guión en su mente el cual incluía contarle a su esposa lo injusta que había sido su jefe, y que seguro lo despidió por feminista.  Le aseguraría que había suficiente evidencia para ganar una demanda contra la empresa por despido “sin justa causa” y así demostrarles quien era el hombre de verdad.  Decidió llamar a su amigo el abogado.

Lo más importante de estas dos respuestas a una misma situación es entender ¿por qué? cada uno respondió a su manera.  Es decir, ¿cual es la causa de nuestras decisiones y reacciones?  ¿Y porque es tan importante conocerla?

Nuestra filosofía profesional es el ADN de nuestras decisiones y reacciones, desde las más cotidianas como las de mayor trascendencia en nuestra vida laboral.  Es importante ya que nos da pistas sustanciales acerca de nuestra calidad de vida.  Es decir, lo que decidimos y como reaccionamos frente a cada situación, determina los resultados que obtenemos.  Es la suma de esos resultados que obtenemos momento a momento, que determina la calidad de vida que alcanzamos.  Siendo así, si buscamos cambiar nuestra calidad de vida lo más efectivo es cambiar nuestra filosofía profesional (no el restaurante donde almorzamos).

Puesto de otra manera, nuestra filosofía profesional es el lente por medio el cual miramos al mundo a nuestro alrededor.  Como tal es el motor de nuestras decisiones y reacciones.  Estas a su vez determinan los resultados alcanzados, que como piezas en un rompecabezas, forman nuestra calidad de vida.

La materia prima de este lente, es decir de nuestra filosofía profesional, es el poder o la victimización.  Usando como referencia la situación anteriormente descrita, aunque parecería que el profesional armado de un abogado tiene mas poder que la profesional que solo tiene su hoja de vida y su iPhone, la realidad es lo opuesto.  Al sentirse agredido (y victimizado) por la situación, el profesional buscó justicia antes de buscar soluciones reales.  En cambio, la profesional nunca soltó el poder y fue precisamente desde su posición de poder que tuvo la claridad mental para rápidamente buscar soluciones y no perder tiempo apuntando dedos.

Cosa que nos lleva a preguntar ¿tenemos la posibilidad de escoger como miramos el mundo a nuestro alrededor; desde la silla del poder o desde la perspectiva de victimas?

Claro que si.

En la gran mayoría de los casos, la perspectiva actual de una persona, es decir el lente por medio el cual mira el mundo, fue aprendida durante la infancia de adultos y en general de figuras de autoridad a su alrededor.  De muchas formas, de niños, todos compramos el lente de poder o de victima del adulto que mayor poder de influencia ejerce sobre nosotros. Como tal, así como aprendimos lo uno o lo otro, es posible desaprender y luego aprender algo diferente.

El proceso de cambio empieza por identificar cual de los dos lentes adquiriste/compraste durante tu niñez.  Una de las pistas mas dicientes es si ante situaciones que te hacen sentir retada, como cuando el costo de un proyecto es más alto que lo presupuestado, tu respuesta automática es buscar a quien culpar o en vez tomas responsabilidad y te enfocas en encontrar soluciones.  Otra pista reveladora es si frente a situaciones para las cuales no conoces su causa, como cuando un cliente no regresa tu llamada durante toda una semana, automáticamente tiendes a ser pesimista y piensas en el peor escenario o si en vez tiendes a ser optimista y das el beneficio de la duda.

El camino hacia cambiar el lente por medio el cual miras el mundo y como tal cambiar como respondes ante situaciones y como consecuencia cambiar tu actual calidad de vida, continua con la observación consciente, momento a momento, de tu toma de decisiones y de tus reacciones.  ¿Lo haces desde la silla del poder – y sientes que influyes sobre situaciones – y como tal propones soluciones y das el beneficio de la duda? ¿O en vez te sientes victima – y que situaciones ocurren sobre ti – y como tal buscas apuntar dedos y eres pesimista y piensas en el peor de los casos?

¿Cómo prefieres sentirte?

Buena semana.

Menos es más

Ese fue mi mantra para esta semana laboral que pasó.  Como tal me puse el reto de producir un mayor numero de resultados en un menor tiempo del que suelo tomar.

Aunque estoy lejos de llegar al nivel que propone Tim Ferris en su libro La Semana Laboral de 4 horas (The 4-hour Work Week), sin duda mejoré mi rendimiento de forma significante.

¿Como lo logré?

  1. Identifiqué lo de mayor impacto – Desde el domingo – es decir antes de que mi semana laboral iniciara – identifiqué las actividades que producirían el mayor impacto en mi departamento – y como consecuencia en la organización en la cual trabajo.  Desde el lunes a las 8 de la mañana y cero segundos procedí a desempeñarlas con el enfoque de un láser.
  1. Identifiqué lo de menor impacto – Al igual que enfocarse en lo prioritario produce resultados, eliminar lo innecesario crea tiempo para lo importante.  Si no es posible eliminarlo por completo, reducir su frecuencia es esencial en el camino a la mayor efectividad. Como por ejemplo, responder correos electrónicos frecuentemente durante todo el día, es innecesario.  Es considerablemente más efectivo responderlos 2 veces al día – a las 12 del día y a las 4 de la tarde.
  1. Tres Horas Productivas – Todos los días, de 8am a 11am, trabajé en lo más importante, sin interrupciones y sin parar ni a tomar agua. Tampoco conteste llamadas ni correos electrónicos.
  1. Minimicé interrupciones – Esto es más difícil de lograr cuando se trabaja en las oficinas modernas de espacios abiertos. Aun así, hay formas de lograr que, por ejemplo, el colega charlatán pare de venir a tu cubículo o estación de trabajo a perder tu tiempo (que luego repones quedándote hasta más tarde en la oficina).  Por ejemplo, cuando le ves venir, finge una llamada telefónica. Y con la mano indícale que le hablarás luego.  Te aseguro que si paras de ser su fuente de desahogo, buscará a otro colega para perder su tiempo. En cuanto a contestar llamadas, resulta más efectivo dejarlas ir a buzón e inmediatamente escuchar el mensaje para luego canalizar la necesidad del que llama.  Esto en vista de que muchas veces es otro departamento el que puede resolver la situación.  Cuando ese es el caso, enviar un correo electrónico al departamento responsable por resolver dicha situación, explicando quien llamo, la hora y el día, sus datos de contacto, y que necesitan, torna más eficiente.

En vista de que un equipo de vendedores y otro de servicio al cliente se reporta a mi, mi mayor preocupación al hacerme menos disponible era el manejo de emergencias.  Para mi sorpresa (y satisfacción) descubrí que al hacerme menos accesible, más recursivo se tornaron ambos equipos. Es decir, al quitarme de su camino, pararon de apoyarse en mí – y empezaron a confiar en ellos mismos y en el resto del equipo para resolver problemas. Sin duda un excelente ejercicio de empoderamiento.

Si pones en práctica lo que anteriormente describo, quizás, al igual que yo, verifiques que no eres indispensable para resolver el mayor número de situaciones en el día a día de una organización.  Eso sin duda jugará a tu favor ya que te darás a conocer como aquella profesional que realmente aporta al balance final – y no solo hace acto de presencia y resuelve aquello que realmente no contribuye.

Buena semana.

No quiero que leas mi blog. Quiero que leas mi libro.

(La historia de como se hace un sueño realidad, parte 1)

El 20 de julio del 2012 mi blog cumplirá 4 años de publicación semanal, excepto por las pocas semanas que no he publicado un post.  Es decir, llevo comprometida con ustedes, mis lectores, semana tras semana, hace aproximadamente 48 meses.  Sin duda un logro importante a nivel personal y profesional.  Aun así, considero que escribir este blog no es mi mayor logro como escritora.

Te explico.

Antes de que existiera este blog, me senté durante 14 meses, en mi apartamento en Sydney, a escribir el manuscrito de un libro el cual antes del fin del 2012 será publicado en Colombia por Random House Mondadori y estará disponible alrededor de Latino America.

Eso quiere decir que este blog nació por mi necesidad como escritora de crear un portafolio de escritos y un seguimiento de lectores – el cual pude utilizar para dar mayor relevancia a mi proyecto de libro ante casas editoriales.  Lo cual sin duda me ayudo a conseguir un contrato con Random House Mondadori.

¿Y por que estoy contando esto?

Soy consciente que muchos escritores no contarían esto.  Sin embargo, en vista de mi naturaleza brutalmente honesta, busco que confíes en mí ya que no te esconderé nada, incluyendo mis motivaciones.

Aclaro que el hecho que una casa editorial del alcance y reputación de Random House Mondadori compro mi manuscrito, aunque es algo que celebro, no lo considero el mayor logro de este proyecto.  Haber llevado acabo mi proyecto de libro, desde una mera intención a su publicación, lo es.

Por medio de este post y otros por venir en los meses antes de la publicación de mi libro, entre otros te contare acerca del proceso de escribir un libro; que aprendí; que haría diferente; y que contribuyó para hacer mi sueño realidad.

Empiezo contándote desde el principio del proyecto el cual se dio lejos de una pantalla de computador – y el cual no empezó con un titulo para el libro.  Es mas, aun ahora no estoy 100% segura cual será el titulo de mi primer libro. Ya te contare.

Empezó con una intención.  La descubrí siguiendo un proceso de auto evaluación (el cual comparto en mi libro) y la siguiente pregunta: ¿Estoy acá para sumar a la sobre población, o para contribuir al mundo?

Siendo que considero que estoy acá para contribuir, el próximo paso fue responder: ¿Cual será mi mayor contribución?

Esa mayor contribución seria la visión de lo que hiciera, cualquier cosa que eso fuera.

Esta la descubrí usando un modelo que adapte de varias teorías de manejo de carreras.

Dividí una hoja en tres columnas:

  1. Competencias que me distinguen – En esta lista va todo aquello que además de saber hacer, los demás acuden a ti para esta actividad.  Es decir, ¿por cuales de tus competencias recibes el mayor reconocimiento? En mi caso, por años, antes de que decidiera escribir un libro acerca del manejo estratégico y sostenible de carreras, amigos acudieron a mí por ayuda para tomar decisiones importantes en sus carreras.  Entonces, ¿para que acuden a ti los demás?  Presta atención.
  2. Intereses mas predominantes – En esta columna debes incluir los temas que te atraen y que le hablan a lo mas profundo de tu ser.  A algunos es el futbol, a otros la moda, a otros la economía, a otros la cocina.  Es decir, si tuvieras un imán interno, ¿cuales temas atraería?
  3. Fortalezas innatas – Es todo aquello que sabes hacer mas no porque lo aprendiste por medio de la practica, mas bien porque es parte de tu esencia como persona, de tu naturaleza innata.  Por ejemplo, se jugar tenis mejor que muchos – sin embargo no nací sabiendo jugar tenis. Me tomo muchas horas de practica (bajo el sol castigador de Barranquilla) para llegar a mi actual nivel de juego.  Por otro lado, persuadir a otros acerca de temas en los que creo, es algo que llevo haciendo desde que tengo 4 años – cuando lograba convencer a otros que compraran los mangos que vendía del palo de la casa de mi abuela.  Entonces ¿cuáles son esas actividades que sabes hacer mejor que muchos, pero no tienes idea como las aprendiste?

Aquella lista, que aun guardo, me ayudo a entender que mi mayor contribución seria:

Inspirar y empoderar a empleados alrededor del mundo a crear, seguir y triunfar bajo sus propios términos – y como consecuencia ser mejores ciudadanos del planeta Tierra. 

Esa se convirtió en mi visión como escritora.

Sabiendo qué quería hacer y por qué lo quería hacer, pase a buscar cómo lo haría. (Sugiero tomes nota mental de ese orden.)

Buscando como llevar acabo mi visión, caí en cuanta que llevo escribiendo desde que tengo 7 años.  Mientras los demás niños pintaban, yo escribía. Entonces entendí que debía ser a través de un libro que realizaría mi mayor contribución.

Siendo así, el 1 de febrero del 2008 fue mi último día de trabajo – y el lunes 4 de febrero, a las 8am, me encontraba frente a una pantalla de computador en blanco.  Trabajando 5 días a la semana, un mínimo de 8 horas diarias, termine el primer borrador el 8 de mayo del mismo año.  El texto final del libro, el cual próximamente podrás tener en tus manos y leer, quedo finalizado en abril del 2009.

Al igual que yo, si sigues el proceso anterior, muy posiblemente descubrirás que haz venido a hacer al mundo, aparte de pagar cuentas de gas, luz y agua.

El punto no es dejar todo atrás para ir a hacer tu mayor contribución. Es posible hacerlo de forma sostenible, abriendo el espacio en tu vida para lo uno y lo otro.  Es en la intersección entre tus responsabilidades laborales y tus necesidades personales que esta tu bienestar.

Buena semana.

La compasión no es solo para monjes

Después de seis meses de ausencia, esta semana decidí regresar a mi practica de Bikram yoga.  Buscando motivarme, desde la noche anterior me prepare, acostándome mas temprano que lo usual, y empacando mi mat y toalla.  Procurando llegar sin afán, salí de casa a las 5:40 AM cuando aun el sol no terminaba de asomarse.

Aunque fui a clase buscando estirar mi cuerpo y desconectarme de mi mente, al llegar al estudio, en típico estilo de la filosofía Yogui, encontré algo que no buscaba; una lección en liderazgo camuflada como un ejercicio de compasión.  Ya que luego de mas de 12 horas de anticipación y preparación, al llegar a la puerta del estudio a la 5:50am, me informaron que no habría clase ese día debido a un daño en los equipos de calefacción.

Al registrar la información en mi mente, he podido optar por ser autoritaria. Y seguidamente lanzarme a regañar a la señora que estaba atendiendo el estudio, regresar a casa a Twittear sobre lo ocurrido y escribirle un correo electrónico a la dueña del estudio diciéndole que eventualidades de esa índole son inaceptable ya que se debe ser preventivo y revisar los equipos la noche antes – no 15 minutos antes de clase. Hacer eso me hubiera dejado sin hacer ejercicio ese día – y seguramente de mal genio el resto de la mañana.

En vez escogí el camino de menor resistencia y mayor compasión.  Es decir, si yo me había visto afectada por el daño en el equipo, ¿se imaginan lo que le afecto a la dueña del estudio la perdida de los ingresos de una sesión?  (Piensa en renta, nomina y demás)

Así que luego de registrar lo que me habían informado, pause, considere mis opciones,  y me regrese los audífonos de mi iPod a los oídos, escogí la canción de Sheryl Crow Are You Strong Enough to be My Man, di media vuelta y empecé a caminar a casa, gozándome el sereno mañanero que mojaba mi pelo.  En vista de que eran las 6am, al llegar a casa recogí mis zapatos especiales para montar bicicleta y salí de nuevo, esta vez al gimnasio donde alcance a llegar a clase de Spinning a las 6:20am.

Entonces ¿que tiene que ver la compasión con el liderazgo?  ¿Acaso los lideres de talla mundial no son autoritarios, siempre tienen la razón y como tal se pueden dar el lujo de gritar a todo pulmón?

Si eso crees, sugiero reconsideres.  Ya que líder no es aquel que se estanca en un valle de emociones.  En vez, el verdadero líder es aquella persona con la capacidad de responder racionalmente ante cualquier situación, encontrar soluciones hasta a las pequeñas eventualidades que se presentan a diario – y recobrarse rápidamente para seguir liderando.

Como cuando se daña el equipo de proyección antes de una presentación. O cuando el cliente al cual se viajo a otra ciudad a visitar amanece enfermo y no llegara a la reunión – y llama a excusarse una hora antes.  O cuando el empleado encargado de procesar un despacho al cliente más importante tiene una emergencia en casa – y ese día no llegara a trabajar.  Y así sucesivamente, como en un partido de tenis, personas y situaciones a nuestro alrededor nos tiran bolas, unas más rápidas y con más spin que otras.  Entonces la pregunta es, ¿que tan preparada estas para responderlas, ganar el punto y seguir jugando? ¿Qué tan preparada estas para ser líder?

Sin duda que la respuesta no reside en reaccionar emocionalmente y dejarse achicopalar por la situación.  Esto detonaría un efecto de domino o posiblemente una avalancha en tu día. Y poco de líder tiene.

Entonces ¿como logras responder pausada y racionalmente y recuperarte rápidamente para seguir en el juego?  Es decir, ¿que hay detrás de una respuesta compasiva? (Pista: No es amor ni olor a incienso)

  1. Filosofía – Tu filosofía, o lo que crees, influye sobre tus acciones y decisiones, estas a su vez influyen sobre los resultados que obtienes.  Entonces si buscas cambiar tus resultados, presta atención a tu filosofía – y cámbiala.  Entiende que como respondes ante situaciones, sea que explotes o respondas con compasión, poco tiene que ver con tu experiencia laboral.  Más bien esta directamente relacionado con tu filosofía.  Si crees que todo tiene solución, así es.  Si crees que eres victima de situaciones y que todo lo malo te pasa a ti, así es. Vale anotar que para encontrar soluciones es necesario buscarlas, ya que estas, aunque existen, pocas veces caen del cielo.
  1. Responsabilidad (o Culpa) – Aunque a primera vista parezca que requiere mas esfuerzo tomar responsabilidad e idear soluciones a problemas, que echarle la culpa a los demás, la realidad es que con la toma de responsabilidad también viene el control.  Como tal,  el mundo laboral es considerablemente menos hostil y más ameno para los que se apropian de situaciones, que para aquellos que permanecen en la periferia apuntando dedos y evadiendo responsabilidad.  Los primeros creen que “yo no tengo la culpa que esto sucedió, pero si tengo la opción de responder con soluciones e ideas.”  Enfrentada con un reto, acuérdate que la ley del mínimo esfuerzo va de la mano con la ley del mínimo retorno.
  1. Temple – Si observas bien, los deportistas de talla mundial tienden a estar alertos en todo momento y a desplazarse con rapidez sobre el campo de juego.  En ningún momento se les ve arrastrar los pies – mismo cuando caminan a la banca para descasar.  En el campo laboral eso traduce a mantener nuestra energía fluyendo constantemente durante el transcurso de la jornada laboral,  pensar en la marcha y trabajar con un sentido de urgencia. Te garantizo que eso no se logra tomando más café – o Red Bull.  Lo logras tomando tu carrera en serio y sabiendo que el éxito sostenible se alcanza entregando lo mejor de ti todos los días, momento a momento.

Buena semana.

El Común Hilo

En un mundo laboral globalizado, donde hay jugadores (y espectadores) de incontables culturas y creencias, sería naïve pretender que solo hay un conjunto de reglas y un modus operandi.  En cuanto trata a buenas practicas de comportamiento, lo que se acepta en Bombay, posiblemente ofenda en Paris.  Lo que hace reír en Shangai, posiblemente cierre puertas en Sao Pablo.

Aun así, existe un hilo común que nos une a todos en el campo de trabajo; seas jefe o empleada/o, empresaria/o o inversionista; trabajes con animo de lucro o sin; o todo lo anterior.  El hilo común es nuestra necesidad más básica como seres humanos: la seguridad. Es esa seguridad que sentimos, o no, en presencia de otros, lo que marca la diferencia entre una mera transacción y una relación – a largo plazo.

Quítale, o atenta en contra de la seguridad de cualquier ser humano, sea tu jefe, colega, socio o cliente y presenciaras una reacción, posiblemente defensiva.  Ofrécela de regreso o desde el comienzo, y presenciaras una respuesta, posiblemente una que juega a favor de tus objetivos.

Como tal, si buscas alcanzar tus objetivos como profesional, incrementaras tus probabilidades convirtiéndote en una fuente de seguridad para las personas con quien interactúas en tu día a día. Seas una profesional que luce stilettos Manolo Blahnik y habla cuatro idiomas, o un profesional con un MBA y un sute de Ermenegildo Zegna, o lleves el pelo morado, tatuaje y botas de combate, o pantalones caquis y una camisa bien planchada,  no estas exento de esta realidad.  Eso es, si al éxito sostenible es a lo que apuntas como profesional.

Entonces ¿cómo suples en los demás su necesidad por la seguridad?  Mas aun, ¿como evitas ser una fuente de inseguridad? 

  1. Resultados – Los resultados de tu trabajo son la primordial evidencia que eres confiable – es decir, que eres una fuente de seguridad.  Así es que, trabajes en carpintería, finanzas, medicina, ventas, pastelería; tus jefes, clientes, pacientes y socios esperan resultados de ti.  Y aunque es estadísticamente probable que cometas errores durante tu carrera, y en ocasiones no entregues los resultados esperados, lo importante es como respondes cuando te equivocas.  Tomando del modelo de Total Quality Management (TQM), que ha contribuido inmensamente a la evolución de la manufactura, la filosofía que mas confiabilidad le inyecta a un proceso es considerar los errores una retroalimentación que contribuye a la mejora continua del mismo.  Es decir, según TQM la meta de cualquier proceso es la excelencia, no la perfección.  Como tal un error es una oportunidad para mejorar, no una amenaza de muerte.  Esta filosofía, aplicada a tu espacio de trabajo, sea este un cubículo, oficina, quirófano, cocina, atelier, insiste en la necesidad de ser proactiva ante tu errores.  Es decir, frente a errores, lo que mejorara tu capacidad de entregar resultados consistentemente, es pausar, escuchar, buscar entender la causa (o causas), y aprender al máximo de la situación para luego aplicar esas lecciones y de esa manera reducir la probabilidad de re incidencia.  Si un error es un hongo que buscas erradicar, es necesario ponerle la luz, ya que si lo dejas si enfrentar, en la oscuridad, este se multiplicara.
  2. Predecibilidad (productiva) – Aunque sorprender a otra persona quizás enamore más que ser predecible, en el ámbito laboral te ganara mas respeto ser constante – y hasta ser tildada aburrida.  Dicho lo anterior, ser predecible no excluye ser creativo e innovador.  Tampoco implica perder tu personalidad.  Pocas cosas hacen sentir tan inseguros a tantos seres humanos como el cambio, ya que pasar de lo conocido a lo desconocido es percibido instintivamente, por nuestros sentidos, como riesgoso.  Requiere uso de razón no sentirse amenazado por el cambio y ver oportunidades.  Como tal, la predecibilidad, es decir la ausencia de cambio y riesgo, es una de las fuentes principales de seguridad.  Y no existe  un camino corto hacia este fin ya que tus acciones – y no tus palabras – son las que hacen de ti una persona predecible, y como tal confiable.  Claro esta, también puedes ser predecible en el sentido negativo – y crear una reputación por medio de tu falta de acción.  Que eres una persona que dice y no hace, constantemente.  Así que si dices que harás algo, hazlo.  Y por amor a tu marca propia, responde a correos electrónicos y mensajes en tu buzón de voz dentro de un día laboral.
  3. Eficiencia – Aunque la eficiencia por lo general genera rapidez, se puede ser eficiente, sin necesariamente ser el más rápido.  Esto se debe a que el objetivo principal de la eficiencia no es la rapidez, es optimizar recursos.  Como tal, no es suficiente ser rápido para conseguir la eficiencia. Ser eficiente en tu día a día, y hacer el mejor uso de recursos, como tu tiempo y materiales de trabajo, es función de entender que cada tarea, por mas nano que aparente ser, forma parte importante de un todo mas grande; de la visión empresarial y un plan estratégico.  Es precisamente tu conocimiento macro el que te llevan a dar mejor uso de los recursos.  Visto de otra manera, una filosofía de eficiencia reduce el desperdicio y desentorpece.  Cosa que aporta a la consistencia de resultados y como tal inspira seguridad.

Y cuando tengas alguna duda acerca de cómo inspirar seguridad en los demás, cosa que juega en función de tus metas, apóyate en la Regla de Oro: Hazle a los demás lo que te gusta que te hagan a ti. Es decir, no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti.

Buena semana.

El Costo (ni tan) Escondido

Pocas expresiones me incomodan tanto como la comúnmente usada: “Soñar no cuesta nada.”

Por empezar, son pocas las expresiones que están tan lejanas a la realidad y son pocas las que engañan tanto a tantas personas.  Esa frase por si sola ha popularizado la creencia que esta bien soñar y proceder a hacer absolutamente nada al respecto – ya que hacerlo no cuesta nada. 

Si eres una de las que crees en lo anterior – que soñar no cuesta nada –  te invito a que pienses en el costo de oportunidad que incurrimos todos cada vez que soñamos y decidimos hacer nada para alcanzar nuestros sueños.  El costo de oportunidad es un término de la ciencia de Economía que calcula la ganancia que se sacrifica al escoger hacer una cosa en vez de otra.  Aun cuando es difícil calcular con absoluta precisión que se hubiera ganado, el costo de oportunidad es aceptado como un costo real y es comúnmente considerado en decisiones de negocio. 

En el caso de tus sueños, se refiere a todo aquello que dejas de ganar materialmente y demás, por escoger, por ejemplo, ver horas de televisión o chatear con amigas, en vez de enfocarte y trabajar en función de tus sueños. 

Piensa en lo siguiente:

¿Qué hubiera dejado de ganar Shakira Isabel Mebarak Ripoll si hubiera pasado noches enteras chismoseando con sus amiguitas, en vez de estar en un estudio grabando aquel primer álbum que la ayudo a salir de Barranquilla donde cantaba con las bandas locales?  ¿Qué hubiera dejado de ganar Juan Manuel Santos si hubiera pasado fines de semana enteros viendo televisión, en vez de desarrollar una hoja de vida que le permitiera salir del negocio de su familia y entrar al ámbito político?  ¿Que hubiera dejado de ganar Fernando Botero si se hubiera quedado en Bogota, cómodamente haciendo tertulia con sus amigos, en vez de arriesgarse e irse a vivir a Barcelona y luego a Madrid?

Entonces: ¿Qué toma alcanzar tus sueños? 

Mientras lees la siguiente lista de tips, te invito a pensar en los más de 5,000 atletas que en pocos días estarán compitiendo en los Trigésimos Juegos Olímpicos y en los Dieciseisavo Juegos Paralimpicos durante el verano norteño en Londres.  Cada una de esas más de 5,000 personas es evidencia que los sueños si se hacen realidad.  

Tips alcanzasueños:

Claridad – Para alcanzar tus sueños, primero debes perseguirlos.  Aun así, antes de salir corriendo en la dirección de tus sueños, pausa.  Y pregúntate: ¿están mis sueños en línea con:  

  • ·         Lo que es importante para mi, con mis valores;
  • ·         Lo que me gusta; mi pasión;
  • ·         Lo que hago mejor que muchos; mi talento?

La probabilidad de alcanzar tus sueños jugara a tu favor cuando tus metas están en línea con tus valores, tu pasión y tu talento.

Acción – Es cierto lo que canta Lou Reed: “Between thought and expression, lies a lifetime.” (Eso quiere decir que: Una vida separa el pensamiento de la acción).  Es decir, cuando sabes para donde quieres ir, es imprescindible tomar acción.  Para llegar a tus metas, solo es necesario que progreses un poquito todos los días.  Será la suma de esos nanoavances (diarios) los que te llevaran a tu sima.  Acuérdate que un cohete gasta la mayor cantidad de gasolina durante el despegue – luego anda más que todo por inercia.  Así que procura ser perseverante en la etapa inicial de tu camino ya que en poco tiempo empezaras a sentir el fluir de tus acciones.

Practica – En la gran mayoría de los casos, alcanzar sueños requerirá un grado de diferenciación y que seas mejor que muchos en lo que haces.  Sueñes con ser un actor, un escritor “best seller”, un líder empresarial, un profesor, un atleta elite o un músico; ser mejor que las masas requiere práctica continua.  La estadística mas reciente dice que toma practicar 10,000 horas para llegar a ser de clase mundial. Practicar ese número de horas implica dejar de hacer otras actividades.  Mientras sacas tus propios cálculos, te recuerdo que cuando se trabaja en función de tus sueños, la definición de sacrificio cambia.  Con el costo de oportunidad en mente, el sacrificio real es dejar de hacer algo en función de tus sueños – no lo contrario.

Perseverancia – Ser terco paga solo si tu temple de personalidad viene respaldado por un plan claro.  Con claridad de objetivos será más fácil no rendirse jamás ante retos.  Jamás.  En vez aprende a encontrar las lecciones que dejan los momentos difíciles – y crece gracias a ellas.

Responsabilidad – No dudes por un nanosegundo que, aunque hay personas que están dispuestas a aconsejarte y hasta apoyarte en el camino a tus sueños, tú eres la persona más interesada en que tú alcances tus sueños.  Por tanto, no esperes a que otros tomen acción, asuman riesgos y practiquen por ti.  Es decir, responsabilízate por hacer tus tareas.

Riesgos – Para aquellos que se auto tildan conservadores en cuestión de riesgos, les recuerdo que el riesgo mayor es no tomar riesgos.  Mas aun cuando piensas en el costo de oportunidad que representa la inactividad y el parálisis por sobre análisis.

Buena semana.

 

La suma es lo que mas cuenta

Son pocos los empleos que cargan tanto prejuicio como el de ventas o lo que también se conoce comúnmente como desarrollo de negocios o asesoria comercial.

Por empezar es usual que se cuestione si vender es una profesión como lo son la neurocirugía, la sicología, la ingeniería y la administración.  También se tiende a creer que toda persona extrovertida y social tiene potencial para vender – lo que sea.  Se camina aun mas sobre hielo cuando se entra a ver que son pocas las universidades que ofrecen la carrera o mismo cursos en ventas puras. 

En el balance final, si alguna vez has estado empleada en una empresa como vendedora, o gerente de cuentas, o asesora comercial sabrás que, aunque en la universidad no te toco madrugar para la materia Principios de Ventas, Ventas Especializadas, o Ventas Avanzadas, sin duda tu trabajo requiere de lo que aprendiste en clase de Negociación, Sicología, Comunicación, Mercadeo, Emprendimiento, Contabilidad, y mas.

Siendo que desde que empecé mi carrera en el mundo corporativo hace mas de una década he trabajado en función de ventas, sea desde mercadeo o desde departamentos de ventas, bien se que vender es un oficio que requiere de preparación, de técnicas, de competencias – que si han de ser seguidas, hasta el mas introvertido puede llegar a ser el mejor vendedor.

Através de mi carrera más que todo he aprendido que vender no es cuestión de tener una personalidad burbujeante (como el Alkaseltzer) y de hablar con personas.  Mas bien, el proceso de ventas esta compuesto de varios elementos – que entre mas se conocen, mas posibilidad hay de controlarlos.  Entre mas se controlan, mas posibilidad hay de alcanzar el éxito. Vale anotar que en la frase anterior no uso el termino “hacer una venta”. Esto es porque vender no es un solo evento en el tiempo.  Es un proceso continuo – que solo termina el día que termina tu carrera o cambias de carrera.  Por tanto la sostenibilidad es el enfoque de los tips que presento a continuación:

  1. Filosofía – Una trayectoria exitosa en ventas comienza con una actitud positiva – inquebrantable y contagiosa.  Aunque suene extremo y exigente, esta fundamentado en teorías de la sicología conductual.  Estas explican que tu filosofía determina tu actitud; tu actitud determina tus acciones (y decisiones); y tus acciones determinan tus resultados.   Por tanto si no estas obteniendo los resultados que añoras, revisa tu filosofía.  ¿Es positiva, inquebrantable y contagiosa?  Es decir,  ¿ves el vaso medio lleno cuando los demás lo ven medio vacío?;  ¿encuentras lecciones y oportunidades en retos – cuando los demás solo ven dificultades? Y ¿encuentras soluciones a problemas – cuando los demás solo ven callejones sin salida?
  2. Responsabilidad – Existe una relación inversa entre quejarse y culpar y el éxito. Entre mas te quejas y mas culpas a los demás por tus resultados, menos éxito alcanzas.  Como tal, entre mas responsabilidad tomas por tus acciones y decisiones, mas controlas tus resultados, y como tal más éxito alcanzas. No son palabras vacías.  Intenta reducir tu cuota diaria de quejas y culpas – y me cuentas que pasa.
  3. Conecta – Para compras de alguna significancia, conozco a pocos que compran de un vendedor que no les cae bien como persona.  Por eso es muy importante abrir el proceso de venta construyendo un puente entre tú – la vendedora – y el prospecto.  Es decir, busca conectar con todo aquel que tiene potencial de comprar tu producto o servicio.  La mejor forma de lograrlo es encontrar aspectos en común entre tu vida y la de los demás.  Esto puede ser que ambos tienen hijos – o no, que ambos les gusta la literatura, o los temas esotéricos, o el arte, o el cine, o viajar, o hacer deporte; entre el sinnúmero de aspectos en los cuales se puede encontrar una conexión con una persona.  Con la mayoría de los prospectos podrás conectar – por muy diferentes a ti que aparenten ser. Encontrarla es cuestión de buscarla.  Al fin del día todos somos humanos.
  4. Confianza – Una vez conectas con el prospecto, es importante ganarte su confianza – ya que al igual que el punto anterior, conozco a pocos que compran de alguien en el cual no confían.  Te ganaras la confianza de un prospecto demostrando, por medio de acciones, no palabras (vacías), tus valores personales y tus competencias profesionales.  Empieza con una promesa que sea fácil de cumplir – y cúmplela en el menor tiempo posible.  Continúa haciendo depósitos en la cuenta emocional del prospecto – esperando retornos a largo plazo.
  5. Interés – Son pocas las personas que les gusta que les vendan algo, sin embargo son muchas las personas que les gusta comprar.  Entonces la clave de ser exitosa como vendedora es saber responder para cada prospecto: “¿Por qué compra?” La respuesta la encontraras al aprender mas acerca de la situación real del prospecto – y como esta puede mejorar.  (encontraras un modelo de análisis a continuación) Tu éxito a largo plazo en ventas dependerá en tu genuino interés en ayudar a personas a mejorar su actual situación.  Es decir, ser cortoplacista – y solo buscar hacer ventas inmediatas al costo de tu integridad y el bienestar de los demás – te llevaran a un éxito fulminante.  Ayudar a personas a mejorar su status quo es la real función de ventas – y es lo que te llevara al éxito prolongado y sostenible.
  6. DOFA – Sin quitar crédito o desprestigiar lo que aportan los modelos de personalidad como DISC y Myers Briggs, es más importante como vendedora saber “¿Por qué un prospecto compra?” que saber “¿Cómo compra un prospecto?”.  Responder la primera pregunta se logra entendiendo más acerca de la situación real del cliente, que de su personalidad. Es por eso que es tan útil hacer, de cada prospecto,  un análisis DOFA.  Es decir, conocer sus características internas (Debilidades y Fortalezas) y de su situación externa (Amenazas y Oportunidades) te ayudara a determinar la situación real del prospecto, incluyendo sus necesidades y sus recursos para suplirlas.  El DOFA te ayudara a entender: ¿Cómo se puede explotar cada fortaleza?; ¿Cómo se puede aprovechar cada oportunidad?; ¿Cómo se puede detener cada debilidad?; y ¿Cómo se puede manejar cada amenaza?
  7. Influencia – Dicen que el éxito en ventas es cuestión de estadísticas. Que entre a mas personas le presentes tu producto o servicio, mas probabilidad tienes de conseguir una venta.  La realidad es que tu éxito no reside en la cantidad de prospectos que abarcas.  Se basa en la calidad de estos.  Como tal, la primera pregunta que debes hacer ante la oportunidad de presentar tu producto o servicio es: “¿Es esta la persona con el mayor poder de decisión – o autoridad – para comprar en esta organización, familia y demás?” Conozco a muchos vendedores que se auto sabotean reuniéndose con personas que no tienen poder de decisión – y luego se quejan cuando no obtienen resultados.  Entonces procura identificar a las personas con mayor autoridad – y no pierdas tu tiempo con los demás.
  8. Posibilista – Mas que ayudar a clientes a resolver problemas, para mejorar su status quo es necesario ver posibilidades donde ellos han llegado a un callejón sin salida.  Lograr una perspectiva de abundantes posibilidades es cuestión de saber que las hay – y que nada es el fin del mundo.  Pensar que todo es posible es el primer paso a que todo sea posible.
  9. Largo plazo – No se trata de vender un producto una vez.  Mas bien, vender es un proceso continuo basado en relaciones a largo plazo.  Es decir la compra de un cliente no es el fin del proceso de venta.  Es el comienzo de una relación.
  10. Esfuerzo sabio y estratégico – El trabajo duro sin dirección es vanidad.  Sanidad es tener un plan y claridad de prioridades.  Esto comienza con un plan anual, que debe dividirse en pedazos mas manejables y ejecutables, como lo es el plan trimestral.  Dicho plan, con metas y objetivos claros, te ayudara a saber que es lo mas importante e urgente en el transcurso del mes, de la semana y del día.  La suma de trabajo diario, enfocado en prioridades, igual a éxito sostenible.
  11. Conexiones – Mas importante que conocer a personas, es quien te conoce a ti, y que opinión tienen acerca de ti como profesional y si tienen autoridad para tomar decisiones.  Coleccionar tarjetas de presentación es un deporte que poco sirve si no esta acompañado por una buena reputación y prospectos con poder de decisión.
  12. Aprendizaje continuo – Hasta el día que te retiras, aprender, actualizarte y en general estudiar acerca de los principales aspectos de tu profesión no es un lujo.  Es la necesidad de todo profesional que se toma en serio – y como tal busca el éxito.  Es decir, si no tienes respeto por ti misma, esta bien que pases tu día leyendo acerca de la farándula, en vez de leer, atender cursos y demás actividades para mejorar como profesional.  Aquella profesión que tanto tiempo te tomaste para escoger.

Buena semana.

Cuestión de Oxigeno

Si haz leído este blog por un tiempo, sabrás que uso el término ambición con alguna frecuencia.  Tanto así, que el otro día un lector me pidió que le aclarara que quería decir con ese termino.  Además me sorprendió escucharle decir que en ciertos círculos dicho termino carga consigo un cierto tabú.  Que al igual que pocos hablan acerca de dinero y sexo, el termino ambición no figura usualmente en conversaciones – por lo menos no las que se tienen bajo la luz del día.

Siendo así, a continuación respondo a mi lector, buscando acercar mas al borde a aquellos que aun siguen mirando la piscina sin tirarse a nadar al agua de un ingrediente protagónico en el camino al éxito profesional.  Es decir, sin ambición, las probabilidades de alcanzar el éxito profesional están arrumadas en tu contra ya que el éxito necesita ambición como tu y yo oxigeno.

Antes, es importante aclarar que hay tantas definiciones de éxito como hay profesionales.  Esto en vista de que cada individuo lo definirá de acuerdo a lo que valora. Es decir, puede que lo que una persona considere exitoso, otra no.  Y viceversa.  También es evidente que no solo la fama y el dinero son los únicos determinantes del éxito profesional.  Sin embargo, independiente de la vara que cada profesional utilice para medir su éxito,  en nuestro mundo interconectado – y sobrepoblado – es imprescindible que la ecuación de éxito de cada individuo contenga sostenibilidad y responsabilidad con la comunidad.   En el estado actual del mundo, el verdadero éxito es aquel con un sentido constructivo,  y a la vez de contribución.   Logros profesionales sin lo anterior son mera vanidad – y no éxito como tal.

Por ejemplo, ¿es realmente exitosa la ingeniera que inventa en su laboratorio un aparato sofisticado – que no es útil en condiciones reales?   ¿Es exitoso el escritor que crea una realidad desarrollando los personajes en una novela – que nadie lee?  ¿Es exitosa la empresaria que monta una empresa multimillonaria – en la cual no se respetan los derechos humanos de los empleados?

Sin embargo, independiente de cómo definas el éxito, la ambición será un aliado estratégico.

Entonces ¿que es ambición?

Es:

  1. Atreverse a amar apasionadamente lo que se hace – y estar dispuesto a perseverar hasta alcanzar tus metas.
  2. Sentir la necesidad de ser cada vez mejor – y no conformarse con el status quo.
  3. Admitir y aprender de errores – para no volverlos a cometer.
  4. Hacer las preguntas – por muy difíciles o incomodas que aparenten ser.
  5. Creer que todo tiene una solución – y que encontrarla es cuestión de buscarla.
  6. Tomar riesgos – y no quedarse paralizado por sobre análisis.
  7. Confiar que se puede manejar el peor escenario – y entender que el peor escenario posible es no actuar.
  8. Más que tener visión – es atreverse a soñar en grande y perseguir esos sueños hasta alcanzarlos.

Buena semana.

armas de creación masiva

Al igual que tienes control sobre si pones primero el pie derecho o el izquierdo para bajarte de la cama en las mañanas, como también controlas si te pones la blusa azul o la fucsia para ir a la oficina, también controlas si durante tu día laboral creas o destruyes.

Mientras decides que hacer que con ese hecho, también te doy para que pienses ¿como seria nuestro mundo si todos los empleados, de lunes a viernes, momento a momento, decidiéramos construir?

Dicho eso, ¿que quiere decir “ser constructivo” en nuestras vidas laborales?

A nivel macro es trabajar hacia algo más grande que nosotros mismos – que contribuya al bienestar de la comunidad mundial.*

Entonces, ¿cuales son esas armas de creación masiva?

  1. Valores personales alineados con la visión de la empresa con la cual trabajas.  Acuérdate que como empleado del nuevo milenio, trabajas con tu empleador en una alianza gana gana. Es decir, como empleado eres socio de la empresa – no un piñón de esta. Re lee el siguiente post cuantas veces sea necesario para entender esta nueva realidad: http://silvanaroiter.com/?p=2173 ya que eso de trabajar para alguien esta tan pasado de moda como usar colores fluorescentes de lunes a viernes.  La optimización de esta alianza laboral depende en gran parte de que exista confianza mutua. Confiar en tu empleador depende de que estés de acuerdo con la visión de la empresa ya que alinear tus valores con esa visión despertará tu pasión como profesional.  Cuando eso pasa, haz llegado al punto de máximo potencial como profesional.  Si por el contrario no estas de acuerdo con la contribución (o falta de) que hace la empresa a la comunidad, jamás llegaras a tu punto optimo como profesional. Y eso, para ti y la empresa, representa un costo de oportunidad.
  1. Al igual que tu, tus colegas también tienen la razón.  Y entonces ¿ahora que pasa cuando nadie es dueño de la verdad, cuando la opinión de cada individuo es tan solo una alternativa? ¿Viene el caos?  Para nada – te presento a la co creación.  Así es. Entre más diverso sea un equipo de trabajo – y entre más puntos de vista se admitan a un proyecto, más poderoso será el resultado.  Entonces ¿como se manejan tantos puntos de vista? Empieza por escucharlos.
  1. Ríete de ti misma.  Eso no quiere decir que te burles de ti misma o auto critiques. Tampoco insinúo que no deberías tomar tu éxito laboral tan en serio.  Más bien significa cambiar de estrategia para alcanzarlo.  Implica soltar las riendas del auto control – y ser más permisiva con tus errores y debilidades.  Al igual que tus colegas, tú también eres humana y como cualquier otro, cometes errores y tienes debilidades.  Lo bueno es que para satisfacer tus ambiciones no es necesario aspirar a ser libre de imperfecciones – y de eso que te hace humana.  En vez es cuestión de romper el círculo vicioso aprendiendo de tus errores para no cometerlos una y otra vez.  también implica conocer tus debilidades y así tener la opción de complementarlas con las fortalezas de tus colegas.  Te garantizo que desde esta nueva perspectiva,  tu inteligencia emocional aumentara exponencialmente.  Cuando eso pasa, sentirás un mayor fluir en tu día a día – sin tantos tropezones.  Por tanto tu estamina profesional aumentara al igual que tu creatividad para resolver problemas y enfrentar retos.  Inténtalo – y me cuentas.
  1. Da el beneficio de la duda.  Es decir, considera a tus colegas, clientes y demás personas con quien interactúas en tu día laboral, inocentes hasta probarlos culpables.  Rompe con la costumbre de creerlos culpables antes de probarlos inocentes.  Te garantizo que el 99% de las veces serán inocentes ya que el piloto automático de la gran mayoría de la población es ser bueno – no malo.  Por tanto las estadísticas estarán a tu favor cuando das el beneficio de la duda.

Úsalas – y me cuentas.

Buena semana.

 

*CLAUSULA: Si estas leyendo esto y piensas que trabajas en una empresa con la cual no estas de acuerdo con su contribución (o falta de) a la comunidad mundial – te recuerdo que no seria el fin del mundo. Como empleado tienes opciones para cambiar de rumbo y vincularte con una empresa con una visión que este en línea con lo que valoras.  Posiblemente al principio sientas miedo de soltar algo que te trae seguridad. Te prometo que afuera de tu zona de comodidad encontraras posibilidades para tu éxito laboral que jamás consideraste posible mientras mirabas al mundo sentada dentro de la refractaria de confort.

 

¿Te gusta la foto?  Es la mano del blogista Northcoast Zeitgeist.

Un Nuevo Tipo de Bandera de la Paz

¿Te acuerdas de una situación – haya sido en una reunión con tu equipo de trabajo o durante un intercambio con tu jefe – cuando pensaste algo diferente a lo que los demás estaban diciendo o decidiendo – y sin embargo te quedaste callada?  O ¿Te acuerdas cuando el desempeño de tu cargo dependió del cumplimiento de otros departamentos – y sin embargo cuando incumplieron con sus responsabilidades, cosa que se reflejo negativamente en ti como profesional – no dijiste nada?

Luego de trabajar en más de 10 empresas y observar a más de 100 colegas, concluyo que hay una tendencia a trabajar detrás de una cortina de pasividad falsa.  A las mujeres se les escucha decir que dar su opinión o defender su posición es muy agresivo y como tal atentaría contra su feminidad y delicadeza.  A los hombres se les escucha decir que exigir más a otros departamentos seria muy agresivo y por tanto poco cul.

La realidad es que no es ser pasivo, femenino, ni masculino quedarse callado o tolerar la falta de responsabilidad de otros departamentos.  Es más bien falta de conocer la contraparte de la agresión.

Te presento a la aserción. La nueva bandera de la paz en el trabajo. Definida por la Real Academia Española como la afirmación de la certeza de algo, en términos de tu desempeño como profesional traduce a tener metas claras y a trabajar para alcanzarlas; sea contribuyendo tu opinión, defendiendo tu posición o esperando que los demás equipos cumplan con sus responsabilidades.

La diferencia entre la agresión y la aserción reside en la esencia de cada una.  La agresión proviene del miedo.  Es una reacción primal del ser humano.  Al sentirnos amenazados, atacamos para defendernos. En la ausencia de miedo no puede existir la agresión.  Aunque es cuestión de preservación personal, la agresión sigue siendo un acto destructivo.   Su contraparte, la aserción, tiene en su esencia la ambición, que por naturaleza es constructiva y racional.  La aserción es el camino mas efectivo hacia alcanzar metas.  Alcanzar metas en tu trabajo no es agresivo, ni masculino, ni intenso.  Es parte integral de una vida profesional sana.

Por empezar, en un equipo de trabajo la diversidad de sus integrantes juega un papel importante.  Sin duda el éxito de tu equipo depende, en gran parte, de que seas diferente.  Como tal,  reservar tu opinión, mas aun cuando es única, en la práctica, es quitarle un recurso valioso al equipo.  Por otro lado, al no expresar tus necesidades reales a otros departamentos, atenta contra el desempeño de la empresa en general.  Si esto te suena exagerado, te invito a pensar ¿que pasaría si todos tus colegas cerraran un ojo ante otros departamentos – por miedo a ser considerados intensos o agresivos?

Quitemos algo más del camino.  Trabajar hacia tus metas profesionales no tiene nada que ver con la expresión de tu genero – o falta de.  Es posible ser profesional sin ser masculina – o intenso.  Lo uno no excluye a lo otro. Pueden ser parte del mismo paquete.

Entonces si vives detrás del telón, y quieres salir, empieza por aclarar tus metas. Metas claras son el principio de ser más asertiva en el día a día, con tus colegas, jefes, clientes y demás profesionales con quien entras en contacto.   Tus metas trabajaran tanto como un farol como una linterna – iluminando tu camino.

Hagas lo que hagas, no lo tomes personalmente.  Es el mundo de los negocios.

Buena semana.