Así es – y eso esta muy bien.


strengthsEs así.  Unos nacemos con unas habilidades, mientras otros nacen con otras.

Mira a tu alrededor y observa como ningún ser humano hace todo a la perfección.  Si no me crees acuérdate cuando Michael “Air” Jordan intento jugar béisbol.  Rápidamente se dio cuenta que por mas horas que practicara, jamás lograría ser tan bueno como lo es jugando baloncesto.

Al igual que Michael, en tu trabajo – y en la vida en general – tú también eres innatamente mejor para unas actividades que para otras.   Según Howard Gardner, profesor de Harvard University, existen 9 inteligencias básicas.  Según ese modelo, cada uno de nosotros nacemos con ciertas inteligencias más desarrolladas que otras.  Esa combinación define nuestras fortalezas y debilidades.  

Tal como no hay dos copos de nieve iguales, cada uno de nosotros tiene una combinación única de inteligencias, de fortalezas y debilidades. 

Contrario a lo que puedes estar pensando, esa combinación innata es un regalo, no una maldición.  Tus fortalezas innatas son un privilegio – ya que te dan ventaja sobre muchos.  A la vez son una responsabilidad.  Depende de ti reconocerlas y desarrollarlas a su máxima expresión. 

Si en vez decides que has sido estafado por un ser superior (si crees en Dios) o por tus antepasados (si le crees a Darwin), y buscas arreglar tu debilidades, así como Michael, te darás cuenta que aunque mejoraras, jamás llegaras a ser tan buena como si desarrollas tus fortalezas a su máxima expresión.  

En vez de buscar la excelencia en tus áreas de debilidad, busca manejarlas.  Mejora para nivelarte y así no atollarte  o convertirte en una carga para tus colegas.  Puedes mejorar tus debilidades por medio de educación o de alianzas estratégicas con aquellos que son innatamente mejores que tu.  Por ejemplo, reconozco que el campo de finanzas es una de mis áreas débiles. Así que desde un tiempo para acá me he dedicado a estudiar el tema con el objetivo de que esa área no le haga zancadillas a mis fortalezas innatas – como lo son las relaciones interpersonales que me llevan a ser buena vendedora y negociadora.  Tambien me apoyo en personas que excelen en finanzas.  Es decir, he buscado permanecer activa en esa área – sin quitarle mucho tiempo a mis áreas de fortaleza.

Buscar desarrollar tus fortalezas y manejar tus debilidades, no es cuestión de ser mediocre y rendirse o conformarse.  Es más bien tener la sabiduría para reconocer que somos parte de un orden universal – que va más allá de nuestro control y nuestro uso de razón.  Es por este orden universal que nuestras fortalezas tienen una razón de ser.  Cuando las desarrollas a su máxima expresión veras como encajas con facilidad – en ese orden universal.  En cambio cuando luchas contra tus debilidades, las cosas no fluyen tanto como deberían.  Claro que podrás mejorar – pero jamás llegaras a ser tan buena con tus debilidades como lo serás con tus fortalezas innatas.  Al manejar tus debilidades le abres camino a tus fortalezas.  Es por eso que la clave de tu éxito profesional reside en desarrollar tus fortalezas innatas a su máxima expresión y manejar tus debilidades.

Por lo tanto te recomiendo auto evaluar tus fortalezas y debilidades.  Escribe una lista – con dos columnas.

Tus fortalezas son aquellas actividades y competencias que aprendiste fácilmente.  Es posible que ni te acuerdes como las aprendiste – y las haces con mucha facilidad y con gusto.  Piensa para que acuden a ti tus colegas en la oficina.  ¿Por que eres reconocida que haces mejor que muchos?

Y ¿de las debilidades – que hacer con ellas?  No es necesario que las escondas.  Todos las tenemos. Forman parte de tu combinación única.

Ahora si – sal a ganar con tus fortalezas.

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