Hace más de una década, cuando escuché a mi buen amigo Rohit (pronunciado Rojit) decir que en el trabajo es mejor practica pedirle perdón al jefe después de actuar que permiso antes de actuar, lo consideré un acto de rebeldía.  Mas que todo porque ¿cómo es posible respetar al jefe aun cuando lo saltamos – y hacemos de las nuestras? Siendo que durante mis veinte fui lo suficiente rebelde (eso es material para mi primera novela) puse su consejo donde van todos los otros que considero cuestionables.

Hoy, siendo jefe de un equipo, sé que actuar y tomar decisiones sin previa aprobación es un acto de responsabilidad no de rebeldía – con tal que tus objetivos sean claros y tu intención constructiva.

¿Que cambió?

En un mundo laboral donde cada vez hay menos jerarquías y paredes en los espacios de trabajo para escondernos, aceptar responsabilidad por nuestros resultados  y por ende ser pro activos, y tomar nuestras propias decisiones es el único orden del día.   

Esperar a que alguien nos de luz verde para proceder – demuestra falta de iniciativa, creatividad y compromiso.  (Además en mi opinión puede sentirse como ver el pasto crecer.)

Aun mas importante, arriesgarte y proceder sin pedir permiso, es un paso esencial hacia tomar control sobre tu éxito laboral. Tal como la vida sigue un ciclo, el éxito también.  Sigue sus pasos, y verás que pasa:

1. Acepta responsabilidad por tus resultados, éxito y felicidad profesional.
2. Se pro activo – toma decisiones sin pedir permiso. 
3. Toma crédito y asume la responsabilidad por tus errores.
4. Aprende.
5. Evoluciona.
6. Y repite ad infinitum – y me cuentas.

Gracias hubpages.com por la foto.