Este post esta inspirado por Jorge* – un coordinador de compras que conocí en uno de los muchos hospitales que visito a diario en mi trabajo.  Durante mi reunión con Jorge aprendí que hace 15 años Jorge era barrendero – del mismo hospital donde hoy por hoy toma decisiones de compra para insumos medico quirúrgicos.

Como la historia de Jorge, personalmente conozco varias.  Esta William* quien hace 15 años trabajaba como conductor y hoy es administrador de uno de los restaurantes mas exitosos y prestigiosos de la ciudad donde vive.  También esta Maria* – quien hace 10 años trabajaba como operaria de planta en la empresa donde hoy es ejecutiva de cuentas – y por lo tanto es responsable de suplir las necesidades de los clientes mas importantes de esa compañía. 

Y ¿que nos dicen estas historias de lideres omnipresentes – que al igual que tu y yo son de carne y hueso? Que al igual que tu y yo estan en todas partes… 

1. Que importa que vino primero – si la gallina o el huevo.  En el mundo del trabajo, entregarlo todo, sin pensar en el sueldo actual, es igual a invertir tu dinero.  A corto plazo, puede que tu inversión varié en rendimiento – como muchos hemos visto con nerviosismo – pero a largo plazo es evidente que tu inversión crecerá.  Lo mismo aplica a tu vida laboral.  Si entregas lo mejor de ti – después de un tiempo razonable – veras los frutos.  Es decir, si estas esperando llegar al puesto que tanto anhelas para hacer bien tu trabajo – con compromiso y conciencia –jamás llegaras.   Entonces…
2. Olvídate de títulos.  No creo en jerarquías – menos cuando existen para controlar a personas – y no para facilitar la comunicación y alcanzar resultados.  Desde el comienzo de tu carrera trabaja como trabajarías si fueras el presidente de la compañía. Mas aun, piensa que es tu propio dinero el que esta en riesgo en el negocio. Es una perspectiva que te ayudara a ser consecuente con tus decisiones.
3. El que arrastra los talones – pierde. Tal como en el campo de tenis,  trabaja en cuclillas.  Aunque en el mundo de la oficina no somos atletas profesionales – si somos profesionales en el campo que escogimos. Y así como un atleta profesional esta en alerta gran parte del tiempo – hasta cuando entrena – lo mismo aplica en la oficina.  Procura estar presente, y ver cada día en la oficina como una oportunidad para practicar y ampliar tus conocimientos.  Diferente a los atletas profesionales – no siempre nos avisan cuando estamos en competencia. Así que debemos estar preparados.
4. Mantenle el dedo al pulso.  Se un estudiante de por vida. Esto lo mencione en un post pasado – precisamente porque es vital que constantemente estés aprendiendo en tu carrera. Piensa en el doctor que visitaste la última vez.  Que tal que ese doctor te hubiera admitido que se graduó hace 10 años y no a abierto un libro desde esa entonces.  Hay varias formas de aprender. Personalmente desde hace más de una década dedico 30 minutos en las mañanas, antes de ir a la oficina,  a leer acerca de temas de mi profesión.  Abre tu propio espacio para aprender.
5. Crea un puente.  Estira tu horizonte – pregúntate ¿donde aspiras llegar en 5 años?  Entonces asegúrate de que cada día estés ganando el conocimiento que necesitarás para llegar donde aspiras. Ese conocimiento actuará como puente hacia tu destino.  Es decir si esperas llegar primero – y después prepararte – ¿como crees que llegaras?
6. Un MBA no es la única clave.  (Los que dicen que si lo es, seguramente buscan lucrarse de tu diploma.)  Aunque tener un MBA ayuda a progresar tu carrera, no es la píldora mágica.  En un mundo donde gran parte de la fuerza laboral tiene acceso a un MBA – ya un MBA perdió el poder de diferenciarte.  Aunque no creo ciegamente en MBAs, si confió en el conocimiento que se adquiere. Siendo así, estoy segura que el salón de clases no es el único lugar para adquirir ese conocimiento.
7. Patea con toda.  Hay quienes piensan que si trabajas muy duro, no tienes tiempo para hacer dinero.  Sin embargo las personas más exitosas que conozco, sin excepción, todas dicen que trabajar duro es una de las claves de su éxito.  Al fin del día nada reemplaza 30 años de dedicación y compromiso. Nada.

Asi que safa la ley del minimo esfuerzo.

*Nombres ficticios – historias de la vida real.