¿Acaso hay que saltar con paracaídas de una avioneta, nadar con tiburones o saltar de un puente con una cuerda Bunji  – para ser considerado una persona arriesgada? 

Obvio que hacer deportes extremos es una forma de tomar riesgos en la vida (y de arriesgar la vida) – mas no es la única.  Además vale cuestionar que exactamente se busca alcanzar por medio de tomar ese tipo de riesgos.  ¿Un high de adrenalina?

Con eso en mente, te presento otra clase de riesgos – los silenciosos.  Estos son riesgos que muchos tomamos a diario – buscando trascender nuestros límites personales.  Y buscando alcanzar nuestras metas profesionales. Es decir, son riesgos que pocos ven y por lo tanto pocos admiran.

Siendo así, aquí te presento algunos de los riesgos silenciosos que los empleados del mundo toman día a día – para que pongas mas atención – y tu también tomes acción:

• Cambiar de trabajo es un riesgo. Arriesgamos el progreso de nuestra carrera.
• Acercarnos a un cliente prospecto es un riesgo.  Arriesgamos ser rechazados.
• Presentar en público es un riesgo.  Arriesgamos equivocarnos.  
• Exigir mas al jefe es un riesgo.  Arriesgamos ponerlo en nuestra contra. 
• Pedirle a un colega que respete nuestras necesidades es un riesgo. Arriesgamos perder su apoyo.

Entonces no pienses que eres temerosa porque no buscas tomar riesgos extrovertidos. 

Ábrete a la posibilidad de que eres una junky de adrenalina – que empujas tus limites personales, pero de forma silenciosa. 

Y acuérdate que al tomar riesgos silenciosos estas alcanzando metas. Metas que no alcanzarías arriesgando tu vida saltando con paracaídas de una avioneta – actividad que recomiendo – si solo es un high de adrenalina lo que buscas.

Ahora si, ¡sácale provecho a esta semana!

Te gusta la foto? Gracias Stephane Giner.